Agenda TLC agro facilita logro de los tres
principales desafíos del campo dominicano

Agenda TLC agro facilita logro de los tres <BR>principales desafíos del campo dominicano

POR CLAUDIO CABRERA
Medir una revolución tecnológica en el campo dominicano, cuando aún conviven viejas estructuras productivas paralelamente a inveteradas tradiciones en el uso tecnológico que conviven con una escasa o nula formación gerencial productiva en un campesinado pobre, es toda una revolución en este sector.

Así lo expone el secretario de Agricultura, agrónomo José Fabelo, al expresar sus puntos de vista sobre los resultados tecnológicos que ya empiezan a recoger los cosecheros que iniciaron las primeras experiencias con la producción mediante la aplicación de la tecnología, a través del uso de invernaderos.

«Están siendo asombrosos los resultados que se están cosechando mediante esta nueva experiencia innovadora para el agro del país», agrega el funcionario, al exponer las razones de por qué es ya inapelable vincular la producción agrícola y pecuaria del campo a las novedosas transformaciones tecnológicas que se están experimentando en todo el mundo.

De esta forma, apunta el funcionario, que en ello residen las razones por las cuales desde un principio el actual gobierno emprendió el camino de las reformas productivas en el campo para hacerlo cada vez más competitivo, a través de políticas eficaces y medidas acertadas asumidas por el equipo técnico de la Secretaría de Agricultura (SEA) que desde el año 2000 se hizo cargo de la gestión en el área.

Fabelo habló en alusión a la vinculación en las políticas productivas internas basadas en una eficiente gestión productiva para el hombre del campo, «pero unida a una realidad a la cual obliga un proceso de globalización para producir con nuevas tecnologías, pero sin perder de vista como eje principal a los hombres y mujeres del campo».

La reflexión sirvió de marco al encuentro con productores agrícolas y pecuarios de distintas regiones del país, que asistieron a la exposición «El Tema de la Agricultura», a cargo del subsecretario de Planificación de la institución, doctor Jesús De los Santos, sobre las implicaciones del Tratado de Libre Comercio (TLC), en la sede del Instituto de Investigaciones Veterinarias de la SEA.

LOS TRES DESAFÍOS

Si existen logros que permiten a las actuales autoridades del sector agropecuario medir con gran éxito la actual gestión, abriendo paso a una nueva visión sobre el papel de la producción y comercialización en el campo, lo ha sido haber afrontado los tres desafíos más importantes que han retado el crecimiento en esta área en los últimos años.

Tal es la consideración del subsecretario, doctor De los Santos, quien expuso ante productores agropecuarios de todo el país sobre este tema, en calidad de representante del sector agropecuario ante la Oficina Especial para la Negociación del TLC con los Estados Unidos.

De los Santos defendió los logros contenidos en el TLC bilateral que el país obtuvo, aunque señaló que dichos objetivos obtenidos han sido, en parte, opacados por la situación indefinida en que quedaron las negociaciones con el sector azucarero.

Esa indefinición se debió a que tanto los representantes estadounidenses como los productores locales, no quisieron que el debate quedara cerrado por ahora, a fin de procurarse un compás que les permita un próximo avenimiento en forma directa.

Al citar esos logros, dijo que en primer lugar la actual gestión agropecuaria se propuso desde un principio, desarrollar el campo con mejores tecnologías en vez de seguir utilizando los rudimentos obsoletos de los que estaba acostumbrado a utilizar el hombre del campo y que no permitían una mayor productividad ni acometer un proceso de crecimiento de la producción alimentaria congruente con las necesidades y demanda de la población.

Explicó que para eso, el gobierno actual ya disponía de antemano de una agenda de propuestas de transformaciones en este orden, a fin de abrirle paso a una nueva tecnología avanzada y acorde con un orden productivo cada vez más competitivo, tanto por los volúmenes como por la calidad de la producción desarrollada.

En segundo orden, sostuvo, «teníamos como equipo en nuestra agenda, a sugerencias del entonces secretario Eligio Jáquez y del propio presidente Hipólito Mejía, el mandato de efectuar inversiones en el campo, especialmente destinadas a reversar toda esa tradición de atraso en un sector tan importante y del que dependen millones de vidas de hombres y mujeres del área rural».

Resalta que con miras a ese objetivo, estrechamente enlazado a los dos restantes, se empezaron a efectuar una serie de gestiones que finalizaron con el Proyecto Promefrin……

Con esto se ha logrado establecer un programa de producción de rubros de ciclo corto, como son frutos, vegetales frescos, hortalizas y flores en todo el país con vocación exportable, con miras a incrementar la productividad en el sector rural, pero al mismo tiempo, hacer mayor y más rentable su producción en áreas competitivas.

Tales inversiones han abarcado proyectos de gran envergadura en todo el país como son los propios invernaderos, los contenedores frigoríficos y el desarrollo del “Mega Proyecto Merca Santo Domingo”.

Este último está diseñado para reunir grandes y medianos productores que traen su producción agrícola a la capital, para convertirse en centro de acopio e intermediación con las debidas normas de sanidad vegetal y animal, tomando en cuenta la calidad sostenible de los productos a ser ofertados a precios de mercado al consumidor y para exportación.

Refirió que otro de los objetivos propuestos, el tercero, «consistió en aprovechar los mercados externos para situarnos y lograr los nichos necesarios para comercializar nuestros rubros, de tal manera que con una calidad y competitividad incuestionable, podamos lograr aumentar nuestras exportaciones en las áreas donde tenemos las ventajas comparativas ya ganadas».

SOBRE EL TLC

En el documento donde el doctor De los Santos recogió los pormenores sobre las negociaciones, así como los logros y propuestas obtenidas, se indica que el nuevo orden económico mundial que ha establecido un nuevo modelo de comercio internacional, ha obligado a operar un sistema de globalización de las normas productivas, de intermediación en lo cual aquellos países que aprovechen su herencia y cultura productiva en forma innovada, podrán establecer su lugar especial.

Refiere que el TLC es un tratado bien equilibrado e integral, el cual permite crear una sólida y profunda zona de libre comercio que incluye a todos los aspectos de la relación económica bilateral.

Indicó que el proyecto contiene dos aspectos de importancia, que son la normativa, donde contiene las reglas comunes a ser observadas por el comercio entre los dos países.

En segundo lugar, puntualiza, contempla lo que corresponde a los accesos a los mercados, que «contiene los compromisos que ambos países asumieron para eliminar gradualmente los aranceles y las restricciones al comercio mutuo de bienes y servicios”.

En el caso de la producción para la agricultura, se tienen como objetivos lograr un mejor y mayor acceso de los productos dominicanos al mercado de los Estados Unidos, mayor protección para el sector productivo del país y consolidar las relaciones políticas.

También se incluye el logro de incrementar la cuota azucarera en un 10% anual, consolidar las preferencias existentes mediante los mecanismos de la Iniciativa de la Cuenca del Caribe y del Sistema Generalizado de Preferencias Arancelarias (SGP).

Además, lograr una máxima protección para los rubros sensibles de producción nativa como son arroz, azúcar, ajo, cebolla, carne de res, cerdo, pollo, habichuelas, leche y queso.

Resaltó que esto se hizo dentro de un marco en que se discutieron a profundidad las barreras técnicas que afectan nuestras exportaciones, en tanto se ha buscado evitar que las restricciones sanitarias y fitosanitarias y de inocuidad de los alimentos, se constituyan en obstáculos injustificados al comercio de productos agropecuarios.

Un especial marco de importancia se ha dado a promover la inversión nacional y extranjera en el agro dominicano, para lo cual el TLC contiene condiciones favorables.    

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