Entraron a la Dirección Nacional de Control de Drogas (DNCD) como parte del cuerpo de agentes civiles que buscaba una brecha u oportunidad para costear sus estudios universitarios y hoy día son profesionales de áreas diversas que han asumido con responsabilidad y tesón el compromiso de luchar contra el narcotráfico en sus diferentes manifestaciones.

Ver una República Dominicana libre del consumo y la comercialización de narcóticos es su gran sueño y el motor que les impulsa a dar lo mejor de sí.
Wilson Sánchez Escolástico, de 29 años de edad, es uno de estos jóvenes que ingresó a la institución hace siete años. Durante su intervención en el conversatorio, no dejaba ocultar su pasión por los operativos y las acciones encaminadas a enfrentar este delito.

Peligros. Reconoce el riesgo que corre en estas jornadas en las cuales, con frecuencia, los agentes son enfrentados por los delincuentes, “pero la satisfacción del deber cumplido es mayor”.

El joven, que concluyó sus estudios de medicina, comparte su labor en el organismo antinarcóticos con la de médico en un centro de salud en la provincia de San Pedro de Macorís.

En entrevista para La Esquina Joven del periódico HOY, Sánchez Escolástico narró que en una ocasión una persona vinculada al narcotráfico que era investigada trató de sobornarlo.

“Previa coordinación con los fiscales para tener pruebas que permitan sustentar el expediente, duramos cinco semanas recibiendo RD$ 50 mil, cuando estaba pautada la última entrega, ahí apresamos al imputado. Fue algo muy fructífero porque encontramos otras pruebas”, precisó.

Dijo que están expuestos a muchas tentaciones, “pero estoy muy claro en que nuestro objetivo debe ser combatir este tipo de hechos”.

Otra de las jóvenes que forman parte del personal civil de la institución es Yobanca Fortuna Pérez, de 27 años de edad. Es analista de la Dirección de Inteligencia contra el Microtráfico.

Su trabajo está enfocado en investigar y determinar los puntos de drogas que operan en todo el país. En sus dos años laborando en la entidad dice sentirse comprometida con la erradicación de este flagelo.

En tanto, Reynisis Figuereo Javier, del departamento de investigación de Transporte de Drogas, narró su experiencia en la labor de detención de las denominadas “mulas” y del transporte de la mercancía tanto vía aérea como marítima. “Cuando agarramos una mula es porque se ha dado seguimiento. En esto se trabaja con inteligencia electrónica. Lamentablemente, no siempre el dueño de la droga da la cara, sino que usa intermediario para hacer la transacción y por eso es más difícil llegar a los grandes narcos”, expresó la joven de 26 años.

Para Bianca Urbáez Valdez, encargada de Registro y Control, los riesgos son menos, ya que no participa de manera directa en los operativos en la calle, pero el compromiso y la responsabilidad lo asume con igual firmeza. Lleva 9 años trabajando en el organismo.

En el área administrativa está también Dajel López, encargado de carnetización. Este joven de 22 años lleva cuatro de servicio en la DNCD. A pesar de su juventud tiene bien definido su norte de seguir creciendo en términos profesionales.

Pero no solo los agentes civiles jóvenes ocupan puestos clave en la institución, miembros de la Policía y militares encuentran aquí un espacio donde desarrollarse.

Un ejemplo de ello es el raso policial Eudy Camilo Cruz Brito, con 29 años de edad, es el encargado de Nómina.

Ardua labor. Los expositores fueron enérgicos en ponderar las políticas y acciones que lleva a cabo la institución para combatir el narcotráfico.
Lamentaron que muchos jóvenes se dejen influenciar por las vanalidades de ese “submundo” y exhortaron a los presentes a no dejarse envolver por esas fantasías porque al final siempre este tipo de personas termina muerta o presa.

Ingreso. Entre los requisitos para ser agente de la DNCD figuran ser bachiller, tener entre los 18 y 25 años de edad, estatura mínima de 5 pies 6 pulgadas y demostrar una real vocación de participar activamente en la lucha contra el narcotráfico y delitos conexos.

Alexis Cedano Encarnación
«Decidí ingresar a la DNCD para ser un ente activo en la guerra contra el narcotráfico, ya que fui víctima de dos atracos en un mismo día y ambos fueron protagonizados por personas que estaban bajo el efecto de las drogas. Soy de San Juan y en mi pueblo la presencia de esta basura ha ido en aumento y mi propósito es tratar de parar eso».

Rauris Cuello Dumé
«Soy la más joven de la promoción que recién finaliza su entrenamiento de formación en esta institución. Estudio contabilidad en la universidad y me gustaría poder desarrollarme en esa área dentro del organismo antinarcóticos, aunque no descarto el trabajo de calle en los operativos. Creo ha sido una gran decisión».