Agentes PN en Capotillo son un azote

Agentes PN en Capotillo son un azote

POR LLENNIS JIMÉNEZ
Agentes del destacamento de la Policía Nacional en el sector de Capotillo tienen en zozobra a residentes, conductores y comerciantes de la barriada en la avenida Duarte, quienes denunciaron que son víctimas del «macuteo» y de arrestos arbitrarios. Redactores de este diario presenciaron a policías mientras solicitaban dinero a ciudadanos y vieron a otros que les revisaban los bolsillos a algunos muchachos.

Residentes en ese sector de la zona norte del Distrito Nacional explicaron que policías de la dotación número 2, en Capotillo, los conducen presos violándoles sus derechos, a cualquier hora del día y sin causa justificada.

Uno de los problemas del destacamento es que el representante de la Fiscalía cierra su oficina los viernes y no asiste los sábado y domingo, dijeron.

Ayer, reporteros de HOY sorprendieron a un policía de servicio en el Capotillo, mientras  obligaba a un motociclista a detenerse repentinamente en la intersección de la avenida Duarte con Respaldo de Los Mártires.

Luego de que este le expresara al policía que se dirigía a su trabajo y que no había cometido ninguna infracción, el agente le retuvo el motor con una mano por la parte trasera y posteriormente lo arrestó.

Cuando el equipo de este diario se apersonó al destacamento, a eso de las 10:30 de la mañana, el policía había obligado a Rufino Mora a despojarse de la correa, medias y cordones de los tenis, para encerrarlo en una celda.

Actuó sin leerle su derecho, ni explicarle la razón por la que le había privado de su libertad, como establece el nuevo Código Procesal Penal, que entrará en vigencia el próximo lunes.

El supervisor de la zona, mayor José Olivero, quien estaba presente, alegadamente no estaba enterado de lo que acontecía.

Mora, quien estuvo a punto de caerse del motor, contó que no tiene cuenta con las autoridades. Dijo que trabaja en el Mercado Nuevo, donde vende víveres y que en su tiempo libre se dedica a transportar pasajeros en su motor.

 Explicó que reside en la calle 42 de Capotillo y que minutos antes había estado abasteciéndose de gasolina.

 «Soy un hombre de trabajo, tengo cuatro hijos y me levanto a las 4:00 de la mañana y salgo para el mercado», dijo.

Sostuvo que el policía le dijo que «me iba a trancar como quiera» y que él le pidió que lo dejara hablar.

El agente, que se disponía a registrar el nombre de Mora en un cuaderno donde se da entrada a los detenidos, se negó a darle su nombre al superior con el argumento de que miembros de la prensa estaban presentes.

El oficial trató de explicar la situación y de señalar que la sociedad debe colaborar con el trabajo de la Policía, pero no pudo aclarar lo que aconteció con Mora, quien fue puesto en libertad.

Se comprometió a investigar el hecho. Unos 15 policías prestan servicio en el destacamento.

ABUSO INTRAFAMILIAR

Otro de los casos que se presentó ayer en la dotación policial de Capotillo, fue el de Ruth Laidy, quien buscaba ayuda para recuperar los trastos de su casa que les había quitado su marido, Amílcar Cuevas Méndez.

La desesperada mujer, con tres meses de embarazo, dijo que su marido la golpeaba cuando vivían en el sector Guaricano y que aprovechó su ausencia para llevarse todo cuanto tenía la casa para la calle 42 de Capotillo.

En el destacamento no había ayudante fiscal que le recibiera su querella.

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