La ciudadanía, el Gobierno y la clase política de Chile se encuentran agitados después de que el pasado miércoles los diputados aprobaran la idea de legislar una reforma constitucional para que se permita el retiro de parte de los fondos previsionales mientras dure la pandemia de coronavirus.
Pese a que se trata sólo del primer trámite parlamentario de esta iniciativa -que volverá a la Comisión de Constitución para un segundo informe antes de regresar de nuevo al pleno de Cámara de Diputados y eventualmente pasar en última instancia por el Senado-, tras la aprobación de anoche se registraron colapsos en los portales de Internet de varios de los fondos de pensiones por las consultas de los ciudadanos.
Para el Gobierno chileno, que es contrario a esta iniciativa por considerar que impide una reforma a largo plazo del sistema de pensiones, el avance de la ley supuso un duro revés, pues además se dio gracias al voto a favor de 13 parlamentarios oficialistas sobre los que el Ejecutivo no pudo hacer valer la disciplina de partido.
El modelo de pensiones de Chile se basa en el ahorro individual obligatorio, mediante el cual cada trabajador aporta un 10% mensual de su sueldo bruto a un fondo de pensiones personal del que puede disponer cuando se jubila y que es gestionado por las denominadas Administradoras de Fondos de Pensiones (AFP).
Con esta reforma se busca establecer un mecanismo transitorio de retiro parcial anticipado de parte de los fondos previsionales, con ocasión de la crisis económica provocada por la pandemia de la COVID-19, de tal manera que por única vez los afiliados al sistema de pensiones que lo deseen puedan retirar hasta el 10 % de sus fondos acumulados en las AFP.
Tras el aumento de las consultas de los afiliados los fondos de pensiones sobre la posibilidad de retirarlos de sus cuentas de capitalización individual, la Superintendencia de Pensiones (SP) llamo a las personas a realizar sus consultas a sus AFP con calma de modo de no colapsar los sitios web.