POR LEONORA RAMÍREZ S.
La falta de espacio es la mayor preocupación de los maestros de la Escuela Básica de Cancino Adentro, debido a que pedagógicamente es casi imposible que 55 ó 60 estudiantes, aglomerados en una misma aula, dominen todos los objetivos de los programas docentes.

Los resultados de las pruebas nacionales son el gran termómetro: la mayoría de los alumnos de octavo grado pasa esos exámenes con un promedio de 65 a 75 puntos, y muy pocos alcanzan calificaciones que superen los 80 puntos.

Yocasta Mancebo, profesora en ese nivel, y quien imparte Lengua Española a más de 120 jóvenes en la tanda diurna, se esfuerza por mejorar la calidad de su enseñanza, “pero la estrechez del espacio no me permite, ni siquiera, individualizar la asistencia a los estudiantes que tienen más deficiencias”.

“La cantidad de alumnos limita el que se pueda personalizar el trabajo, y por otra parte, al tener un espacio tan reducido uno no puede ni pasar entre las filas, y a todo eso se suma que muchos vienen con lagunas arrastradas de los cursos anteriores”.

En ese sentido, impartir Lengua Española se hace difícil porque se debe verificar cómo lee y escribe el estudiante, y en la medida en que es necesario, personalizar la enseñanza, destacó Mancebo, una de las 26 maestras del plantel.

“Tratamos de hacer más de lo que podemos, pero esas son unas limitantes que afectan la calidad del resultado en el trabajo que hacemos”.

Y no es para menos porque la sala donde da clases está divida, de otra igualmente atestada de alumnos, por una pared de “plywood” que no detiene el ruido que se genera en los alrededores.

Esa escuela cuenta con cinco pabellones en los que reciben docencia 1,650 niños del sector Cancino Adentro, ubicado en el municipio Santo Domingo Este.

LO IMPERATIVO: MAS AULAS

El director de ese centro, Andrés Rosado, manifestó que en 12 meses de gestión la infraestructura ha mejorado porque encontró un plantel prácticamente destartalado.

Con la cooperación de la comunidad, sin un aporte de la Secretaría de Estado de Educación (SEE), recabó RD$60,000 que se utilizaron en la construcción de la verja perimetral y la instalación del portón principal.

Pero Rosado admite que faltan muchas cosas por hacer, como cambiar las ventanas, ya que algunas aulas las tienen prácticamente desprendidas, pintar, y construir nuevos salones de clase.

“Tenemos una sobrepoblación escolar,  hay hasta 60 niños en las aulas cuando se supone que deberían haber no más de 35, por eso es que necesitamos diez aulas más para satisfacer la demanda de este sector”.

La comunidad de Cancino Adentro también espera que las autoridades concluyan varios pabellones, donde se impartirá educación inicial a 150 niños, que se construyen con fondos del Banco Interamericano de Desarrollo (BID) y la Unión Europea, según las informaciones de Rosado.

A una de las infraestructuras le falta el techo, y la más avanzada aún carece de puertas y persianas.

“La SEE nos envió pintura, nos prometió las persianas que les faltan a algunos pabellones, eso lo estamos pidiendo prácticamente a diario, por lo que creemos que próximamente podremos mejorar aún más el aspecto de esta escuela”, expresó Rosado.