Agradecimiento sin sumisión

Agradecimiento sin sumisión

En todas las versiones de nuestra Constitución desde el nacimiento de la República hasta la última, proclamada hace unos días, ha sido consagrada nuestra soberanía como Estado libre e independiente. El Estado dominicano es soberano y como tal no podemos estar subordinados a ningún otro estado ni a ningún otro gobernante.

Es cierto que el Presidente Hugo Chávez ha sido consecuente con las necesidades de los dominicanos y de otras naciones tercermundistas. La ayuda proporcionada al país a través de Petrocaribe con una tarifa y suministro preferenciales de petróleo, así lo ha evidenciado. Pero en modo alguno, esta actitud solidaria hacia nuestro país, podría implicar bajo ningún concepto la renuncia, aunque sea parcial, de nuestra soberanía.

Es muy probable que la compra del 49% de las acciones de la refinería por el Gobierno de Venezuela haya sido la mejor opción; sin embargo, si quien decide esta compra en la hermana República Bolivariana ha desistido, debemos buscar otras alternativas. Hay quienes dicen que el mejor socio sería un país productor de petróleo y los hay que defienden como mejores socios al sector privado. Los técnicos deberán estudiar minuciosamente los pro y los contras. Ojalá Chávez recapacitara y tuviera un poco más de madurez política en esta decisión y en las que le esperan hasta el final de su mandato. Esos impulsos emocionales no son nada aconsejables. Con el tiempo que tiene en el poder ya debería estar más maduro. ¿Cómo va el presidente venezolano a incurrir en la falta perniciosa que tanto critica a Estados Unidos de intervenir directa o solapadamente en los asuntos internos de otros estados?

Todo el disgusto ha venido por el reconocimiento al Gobierno del Presidente Lobo. No había otra opción. La situación en Honduras era insostenible y el aislamiento internacional no habría rendido ningún beneficio. ¿Ha habido algún beneficio en el bloqueo a Cuba después de cincuenta años? Lobo iba a ganar las elecciones con Zelaya en el poder porque así lo indicaban las encuestas; su popularidad no es reciente, lo había demostrado anteriormente. Si a Zelaya lo hubieran depuesto al inicio de su mandato debió apoyarse cualquier medida, incluso su aislamiento, pero con los meses que le faltaban era más importante buscar una salida que conllevara a la tranquilidad del pueblo hondureño. Así como en política doméstica rige el pragmatismo como “modus operandi”, con mayor razón el pragmatismo en política internacional debe prevalecer.

El Presidente Fernández fue de los primeros en condenar el golpe y buscar soluciones. Y lejos de desaprobar su intervención, todos los dominicanos, incluyendo la oposición, debemos felicitarlo. Ir a rescatar a un presidente prisionero, conseguir el salvoconducto, desafiando en cierta forma los gorilas hondureños y traerlo al país arriesgando su propia vida, es digno de encomio.

Madure Presidente Chávez. Agradecimiento no significa sumisión.

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