Han transcurrido tres semanas desde que se celebrara el encuentro anual de los banilejos y sus amigos en el parque Mirador para celebrar el XI Convite Banilejo, en donde por la tradición de la Madre Naturaleza derramó sus bendiciones en un abundante aguacero, que ya no puede faltar en ese encuentro de tanta significación para la familia banileja.

Como es costumbre, el evento fue iniciado al punto de las doce meridiano con la bendición tradicional impartida por un sacerdote muy querido en Baní, el padre Casilla, que ahora ejerce su apostolado en Villa Altagracia, y en seguida se llevó a cabo la presentación del Grupo de Baile Folklórico del Ayuntamiento de Baní, que por la calidad de su coreografía fue del agrado de los asistentes que ya iban llenando el área en donde se llevaba a cabo el evento.

La tan esperada actuación de Los Chuineros agradó a los asistentes, que entre saludos y conversaciones de los recuerdos, disfrutaban de las ocurrencias de los inspirados decimeros y de las arepitas de burén que los artesanos del Cañafistol le ofrecían a la concurrencia a precios módicos, así como de los apetitosos pastelones, manjares, parrilladas, pizzas y dulces que eran demandados por los asistentes, junto a los refrescos y bebidas para llenar el ambiente del jolgorio familiar banilejo, de amplia camaradería y de reencuentro de las amistades de hogaño y confirmando la sentencia del maestro Eugenio M. de Hostos que “Baní es una familia”.

La tan esperada participación de la Banda Municipal del Ayuntamiento de Baní impactó a los asistentes, que por el amplio repertorio de interpretaciones de piezas musicales cautivó a los asistentes, en medio de las señales de una lluvia que presagiaba iba a caer en cualquier momento. Terminada la presentación de la banda, el alcalde Baní, Chacho Landestoy, ofreció su mensaje de felicitación en ocasión de la culminación de la celebración de los 250 años de la fundación de Baní.

Para culminar el evento, la Cervecería Nacional Dominicana les obsequió a los banilejos al Jeffrey, que bajo agua fue disfrutado por los asistentes, él mantuvo al público entusiasmado de sus interpretaciones de ritmo contagioso e impactante. Mientras tanto los banilejos continuaron desafiando la lluvia, y como siempre, la alegría mantuvo a todos gozando del convite pese a los inconvenientes del agua que caía a raudales.

Importantes empresas y personalidades de raíces banilejas les dieron su apoyo desinteresado al convite para cubrir los costos del montaje del evento y de aportar para ayudar a la escuela de sordomudos de Baní, así como a la iglesia de la Santa Cruz de la parte norte del pueblo para la terminación del templo.

Cabe destacar los generosos aportes del senador de Peravia, Wilton Guerrero; de Industrias Banilejas y el Centro Cultural Perelló, Banco BHD León, Banco Popular, Banco de Reservas, INDOTEL, Peravia Industrial, Asociación Peravia de Ahorros y Préstamos, Leidsa, Grupo Cometa, Vimenca, así como del Club Deportivo Naco y del poderoso apoyo y respaldo del Ayuntamiento Municipal de Baní y de otras personalidades y entidades que contribuyeron a que el evento permitiera colaborar con entidades de Baní que requieren de un apoyo para sus actividades en bien de la comunidad.

Una valiosa colaboración, que por once años recibe la Alianza Banileja de Santo Domingo, es la autorización por parte de la Dirección de Parques del Ayuntamiento del Distrito Nacional para utilizar el amplio espacio del parque, que permite llevar a cabo todo el montaje requerido para el evento, asegurando el disfrute de tantas personas, que atraídas por la certeza de encontrarse con los amigos, colma por varias horas toda el área asignada para el evento.

Al momento de iniciarse la presentación de Xiomara y la Tropic Naco, cedida por el Club Deportivo Naco, el cielo abrió sus llaves y el agua comenzó a caer a raudales, sin disminuir el entusiasmo de los asistentes que bailaban al ritmo contagioso de la orquesta y apoyaban a que el convite se continuara celebrándose cada año en los días previos a la celebración de la festividad de Nuestra Señora de Regla, patrona de la ciudad sureña.