Agrávase crisis política Francia

Agrávase crisis política Francia

PARIS (AFP) – El Frente Nacional (FN, ultraderecha) agravó la crisis política reinante en Francia desde la victoria del ‘no’ en el referéndum de la Constitución europea, al participar por primera vez en más de 10 años en una reunión gubernamental, algo recibido como una ducha fría por la oposición de izquierda.

Esta semana, el primer ministro Dominique de Villepin consultó a los partidos políticos sobre el futuro del proceso europeo e incluyó en su ronda de conversaciones al FN, que no había participado en una reunión semejante desde que Jacques Chirac llegó a la presidencia en 1995.

En el referéndum del pasado 29 de mayo, la formación de extrema derecha francesa apostó con fuerza por el ‘no’ a la Constitución europea, usando argumentos de carácter ultranacionalista y en algunos casos xenofóbicos.

El rechazo de la Carta Magna continental en Francia provocó una gran crisis entre gobierno y oposición y en el seno del propio ejecutivo, que fue modificado en profundidad desde entonces.

Sin embargo, la reunión con Villepin, nombrado primer ministro tras el referéndum, fue signo de un peligroso acercamiento entre la derecha moderada y la formación radical.

La izquierda, comenzando por los socialistas, acusó al primer ministro de «romper las reglas» del juego al invitar a este encuentro a los responsables del FN, a los que incluso el presidente Chirac ha excluido del diálogo político.

El primer secretario socialista, François Hollande, decidió por tanto no acudir a la cita con Villepin y acusó al gobierno de «banalizar a la extrema derecha, a sus dirigentes y a sus ideas».

«Cuando la derecha va mal y fracasa en el plano económico y social, necesita nuevos apoyos», declaró Hollande.

Para el presidente del partido en el gobierno, UMP, Nicolas Sarkozy, también ministro de Estado y de Interior, es normal hablar con todos los representantes elegidos democráticamente.

Sin embargo, pese a que el FN obtuvo en las últimas elecciones el 10% de los votos no tiene un sólo diputado en la Asamblea Nacional o Cámara de Diputados.

Sarkozy no oculta su deseo de atraer hacia la UMP a electores de la extrema derecha de cara a las elecciones del 2007 y en los últimos días, endureció el tono en sus declaraciones sobre seguridad y justicia.

Paralelamente, el FN quiere hacerse respetar después de numerosas divisiones internas y a menos de dos años de las elecciones presidenciales del 2007.

No hay que olvidar que en los comicios del 2002, Jean Marie Le Pen, presidente de la formación, logró expulsar a los socialistas y disputó la segunda vuelta frente a frente a Chirac, que ganó por una estrepitosa mayoría.

«En una democracia moderna, todas las opiniones deben ser escuchadas, sobre todo en nuestro caso, que representamos a millones de electores y electoras», aseguró Carl Lang, número tres del FN.

El FN aprovechó su presencia en esta reunión para volver a la carga y pedir la dimisión de Chirac después del referéndum del 29 de mayo, mostrar su oposición firme a la futura adhesión de Turquía a la Unión Europea, y criticar sin piedad a los socialistas, calificados de «barco ebrio a la deriva».

Ver cómo los responsables del FN participaban en esta reunión fue muy duro para la izquierda y buena parte de la derecha moderada. Ninguno de ellos ha olvidado todavía las declaraciones de Le Pen hace seis meses cuando subrayó a una revista que la «ocupación alemana en Francia no fue particularmente inhumana.

No es la primera vez que Le Pen lanza declaraciones de este tipo referentes a la Segunda Guerra Mundial. En 1987 por haber considerado que las «cámaras de gas» eran un «detalle de la historia» de este conflicto mundial.

La justicia francesa abrió un expediente por «apología de los crímenes de guerra» contra Le Pen tras estas declaraciones.

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