Autobuses habilitados para llevar a la magnitud y orden que corresponden al imprescindible servicio público para ciudadanos que carecen de vehículos propios fueron blancos antier de un vandalismo que puso en peligro la integridad física de usuarios y dañó propiedades público-privadas, hechos que la sociedad reprueba y pide establecer responsabilidades para evitar su repetición.
Se trata de un programa para superar las ineficiencias predominantes en rutas urbanas y que recientemente comenzó con éxito en otros trayectos y que ahora permite transportar de mejor manera a través del corredor de la avenida Charles Degaulle a habitantes de densas áreas pobladas.
Una utilísima opción para miles de usuarios protegidos en sus gastos de viaje con menos exposición a delitos y riesgos de accidentes y que genera oportunidades de empleo.
Le puede interesar: Sindicalista afirma teleférico de Santiago hará desaparecer el 70% del transporte público
Se pretende torpedear el derecho a beneficiarse de un transporte de calidad a un segmento de la colectividad más numeroso que el integrado por choferes que operan con autos y minibuses, en malas condiciones muchos de ellos, e insuficientes para la dinámica de moradores que de continuo deben desplazarse por la ciudad.
La prioridad concedida a medios colectivos de locomoción es aplicada por autoridades abiertas a crear alternativas de ingresos a los operadores desplazados de sus actividades que en buen número quedaron incluidos en los circuitos de buses o han sido pensionados. Fuera la violencia contra el progreso.