Agresión innecesaria al orgullo de los banilejos

Agresión innecesaria al orgullo de los banilejos

En estos días que los banilejos están inmersos en la celebración de sus fiestas patronales, dedicadas a su venerada Nuestra Señora de Regla, un sector político con poderes legislativos se ha dispuesto a amargarle la vida a todos los banilejos cuando pretende borrar el nombre de Bani a una de las calles de la Urbanización Tropical al oeste de lo que era Metaldom.
La Urbanización Tropical se distingue en la geografía de la capital que al ser iniciada su construcción a principios de la década de los 60, después de la muerte de Trujillo, atrajo a decenas de familias banilejas y de otras poblaciones que construyeron sus viviendas con las facilidades mutualistas en un área muy tranquila encerrada entre las avenidas Independencia y la 30 de Mayo.
La mayoría de las calles fueron designadas con el nombre de comunidades rurales y progresistas en torno a Bani. Todas de gran solera nacional como Paya, Sombrero, El Llano y Boca Canasta. Allí, las familias de origen banilejo en su mayoría, llegaron de otros sectores de la capital y de Bani y sus comunidades. Ellos lograron integrar una barriada muy particular de gentes muy educadas y de mucha cultura al estilo de lo que Eugenio María de Hostos reconoció en la familia banileja por su gran unión. Por tanto era algo de un orgullo para reconocer a quienes vivían en la familiaridad de quienes residían allí. Incluso allí fue a parar el legendario merenguero Joseíto Mateo, que en la calle Bani, estableció un lugar de tertulia, canciones y bebidas conocido como el Patio de Joseíto Mateo que cada domingo alteraba la paz que antes era disfrutada en toda la zona. Cada domingo eran muchos los contertulios que acudían de todas partes de la capital a disfrutar de las vivencias y de la voz de ese legendario artista, que hasta el final de sus días, conservó sus facultades en un admirable derroche de vida y de amistad. Se vivían los recuerdos gloriosos de un cantante sin igual. Son escasos los dominicanos que no hayamos bailado un merengue al ritmo que le imprimía a su extenso repertorio.
Y parece ser que muchos legisladores, que en vida fueron fieles seguidores de Joseíto y de sus presentaciones y más de sus vistas al Patio, con el fin de perpetuar su nombre, han considerado que la calle Bani en donde él tenía su famoso Patio es la más adecuada para cercenarle ese nombre y para guardarla tradición de mantener la memoria de un artista en el sector donde vivía. Todavía en la Tropical hay varias calles con denominación numérica que bien podría recibir ese homenaje y no amargarle la vida a los pacíficos banilejos que son de los sectores nacionales más pujantes que prestigian a la Nación.
Es un empeño inadecuado de los legisladores proponentes del cambio de nombre de la calle. Aun cuando este proceso conlleva un largo proceso burocrático de vistas públicas, discusiones en comisiones y en el pleno, visitas al lugar, consultas con los residentes y contacto con intelectuales, es todo un proceso. Pero si existe una voluntad política entre los legisladores más poderosos, la suerte de la calle está echada, y que solo se frenaría con la reacción militante no solo de los habitantes de la urbanización sino los del mismo pueblo.
Espero que los legisladores banilejos hagan honor a sus orígenes y conformen una barrera moral para frenar ese proyecto. Este ha sido concebido que más bien parece para agradar el recuerdo de un personaje con una larga vigencia nacional desde la década del 30 del siglo pasado y el comenzaba a amenizar los bailes que eran la debilidad del dictador de la época. Ahora la comunidad banileja espera de sus legisladores que alcen su voz y convenzan a sus compañeros para que no se cometa ese desaguisado que alteraría de mala manera la convivencia en una zona de la capital y de Baní.
De las pocas cabeceras de provincia que tienen su nombre en el inmenso laberinto de callas de la capital la de Bani era una de ellas pero muy apartada del centro de la capital distinto a como ocurre con las calles Santiago, Seíbo, La Vega San Francisco de Macorís, Barahona y otras. La avenida San Cristóbal le fue cercenada si nombre a raíz de la muerte de Trujillo y remplazado por el nombre de un dirigente comunista ultimado durante uno de los gobiernos del doctor Balaguer.

Más leídas