Agresiones contra Israel

<p>Agresiones contra Israel</p>

FRANCISCO ALVAREZ CASTELLANOS
Podríamos decir, sin temor a cometer un acto anticristiano, que Dios fue el creador de Israel, cuando señaló a Abraham esas tierras para él y sus seguidores.

Abraham tuvo dos hijos: Ismael, con la esclava egipcia Agar, e Isaac, con su esposa Sara. No fue un acto de adulterio común y corriente. Resulta que Sara, la esposa, ya con muchos años a cuestas, permitió que Abraham, su esposo, intentara tener un hijo con su esclava Agar. Y el intento tuvo éxito, un pecaminoso éxito, pero éxito al fin y al cabo. Pero ya siendo Ismael un jovencito, he aquí que Dios concediera a Sara el don de la maternidad, y nació Isaac. Este hecho dio nacimiento a una guerra, tibia a veces, caliente en otras, ya que Ismael, quien se creía el heredero de su padre Abraham, se vio de pronto despojado de esa calidad por el recién nacido Isaac, por ser éste hijo legítimo.

Agar y su hijo Ismael se separaron de los israelitas (judíos, o como quiera usted llamarlos), creando (no se cómo lo lograron) un pueblo diametralmente distinto: el árabe. Y aquella enemistad que naciera al principio de los tiempos, continúa todavía.

Y pasaron los siglos, muchos siglos, y judíos y árabes seguían sin tener un Estado como debe ser.

Jerusalén, la ciudad de David, habitada por judíos y árabes (palestinos), fue tomada por Tito Vespasiano en el año 70 de nuestra Era y tomó una decisión increíble: dispersó a los judíos por todo el universo, sacándolos de su verdadera patria. Un grupo de ellos se atricheró en una colinas cercanas, llamadas Masada, y se hicieron fuertes, resistiendo ataque tras ataque de los romanos. Estos construyeron entonces unas plataformas elevadas, con ruedas y lograron llegar a Masada. Los judíos, viéndose perdidos, “suicidaron” a sus esposas e hijos, haciendo ellos lo mismo.

Y se inició la famosa “diáspora” que llevó a los judíos por todo el mundo, siendo recibidos en muchos países, aunque después algunos los expulsaran, sin razón alguna que no fuera…la económica. Los judíos, dondequiera que estuvieran, se hicieron poderosamente ricos y hubo banqueros judíos que llegaron a prestar dinero a poderosos países.

La República Dominicana tuvo el honor de ser, si no el primero, uno de los primeros a recibir a inmigrantes judíos (decenio de los 40), sobrevivientes del Holocausto nazi, entregándoles tierras fértiles. Y así nació Sosúa, en la costa Norte, y también nació en poco tiempo una industria cárnica (jamones, salchichones y toda clase de embutidos), que aún se mantiene. Ya no hay judíos en Sosúa, porque para ellos el lema era el mismo cada año nuevo: “El año que viene, en Jerusalén”.

Y en el 1947, las Naciones Unidas (¿ o fue su predecesora, la Sociedad de las Naciones ?), creó dos nuevas naciones: Israel y Palestina.

Publicaciones Relacionadas

Más leídas