LA VEGA. A pesar de sus elevados costos, los productos agrícolas tienen en estos momentos buena demanda en el mercado de esta ciudad, pero los altos precios de los combustibles y la materia prima impiden a los agricultores conservar  las ganancias de sus siembras.

“Ahora mismo nosotros tenemos las mejores demandas del mercado de yuca, batatas y plátanos, pero lamentablemente lo que ganamos tenemos que pagarlo en aceite, gasoil e insumos que utilizamos para la transportación y la producción”, manifestaron agricultores.

William García, un  agricultor que supervisa decenas de tareas de la escuela agrícola del Instituto Agronómico y Técnico Salesiano (IATESA),   sembradas de diversos rubros, indicó que los agricultores  tienen pérdidas a pesar de sus buenas siembras y los precios preferenciales de los víveres en el mercado. 

García señaló que una reducción en los costos de los carburantes  daría un  respiro al sector agrícola, en el entendido  que actualmente lo que producen en recursos es inferior a lo que venden al consumidor final.

De su lado, el agricultor Francisco Antonio Villa (Pancho), quien se gana la vida laborando en una finca de ajíes, sostiene que la producción está en sus mejores tiempos, pero que lo que gana es insuficiente, porque la carestía de la vida lo absorbe.

Al ser consultado en relación al sector agrícola, el director del IATESA, padre Julio Soto,  declaró que para que la agricultura pueda recuperar su valor como fuente económica para el desarrollo social, necesita el apoyo del gobierno.

Afirmó que en los últimos tiempos no se le ha dado la importancia, porque todo el empeño estaba dirigido a las industrias de las zonas francas.

“Si no hay una voluntad política del gobierno, el futuro agropecuario dominicano no será tan esperanzador”, declaró el padre Soto, quien ha estado dedicado por muchos años a las escuelas agrícolas.

El director de IATESA manifestó, que el gobierno debe buscar medidas para enfrentar los altos precios de los combustibles y la materia prima del sector agrícola, así como su tecnificación, para que haya producción y competitividad.

El padre  Soto explicó que además de la falta de voluntad política, el hecho  que la juventud dominicana no tenga una educación de trabajo contribuye también al deterioro de la agricultura nacional.

“La juventud no quiere trabajar, y si lo hace, lo quiere hacer muy cómodo, pero muchos en Estados Unidos lavan platos y realizan servicios sanitarios, pero en su país no quieren trabajar», se quejó el padre Soto. 

La frase

Julio Soto
Hace falta una educación de trabajo en el país, la  necesita  el sector agrícola. Pero  si no hay una voluntad política del gobierno, el futuro agropecuario  no será  esperanzador. La juventud no quiere trabajar,  pero muchos en Estados Unidos lavan platos y realizan servicios sanitarios”.