Agripino llama parar violencia

Agripino llama parar violencia

POR TANIA HIDALGO
Monseñor Agripino Núñez Collado atribuyó ayer el incremento de la violencia y la delincuencia a la baja formación de los jóvenes y la pérdida de valores en una sociedad en que se privilegia el consumismo, el poder, el lucro y el individualismo en lugar del amor, la solidaridad y la honestidad.

«Vivimos en una sociedad en que los valores se están relativizando», precisó al tiempo de abogar para que se retome el Diálogo Nacional, sobre todo, en lo referente a la agenda nacional de desarrollo.

«El diálogo  no debe ser sólo para resolver los conflictos sino también para prevenirlos», puntualizó.

Como base -dijo- se pueden retomar los consensos que se generaron sobre el tema de un Proyecto de Nación en el Diálogo de 1998, para ver qué es recuperable y qué reorientación se le debe dar en las actuales circunstancias.

Expresó que hay un convencimiento generalizado en el sentido de que no sería posible lograr la anhelada paz si los liderazgos nacionales no tienen la capacidad de reducir las brechas sociales.

«Algunos entienden como un fracaso de los líderes el hecho de que en lugar de disminuir el número de personas que viven por debajo de los niveles de pobreza crítica, ésta ha aumentado de manera notable en los últimos años, a pesar de que muchos países, como ocurrió en el nuestro en el decenio de los 90 en que hubo un apreciable crecimiento económico, éste no contribuyó de manera notable a mejorar la condición de los más pobres», refirió el religioso.

Añadió que todos los presentes conocen cómo se ha incrementado en el país la criminalidad y la violencia en expresiones y hechos que hasta hace poco eran desconocidos. «Y no podemos resignarnos a ver este fenómeno como un mal común, ni podemos conformarnos con la mera denuncia, o con solicitar la atención de las autoridades», precisó monseñor Núñez Collado.

Dijo que ese es un problema que concierne a todos los dominicanas y dominicanos, especialmente a los padres de familia.

«Por consiguiente, sin que las autoridades dejen de cumplir la parte que les corresponde, la ciudadanía en general, partidos políticos, sectores sociales debemos sentirnos interpelados para la búsqueda  de fórmulas que frenen este mal en nuestro país», adujo.

Insistió el religioso que en estos momentos es de suma importancia retomar el camino del diálogo y la búsqueda del entendimiento y el consenso para el diseño de la agenda nacional pendiente.

Manifestó que sólo en un autentico diálogo en el que todos los sectores sociales, en un marco de respeto mutuo, tolerancia y espíritu de cooperación podrán surgir respuestas a diversas preguntas tales como: ¿Qué somos y hacia dónde queremos ir? ¿qué tipo de sociedad queremos? ¿Cómo podemos contribuir a que se hagan realidad los cambios y las reformas requeridas? ¿Cómo avanzar en el combate a la pobreza, la eliminación de la corrupción y el fortalecimiento de las instituciones?.

«En otras palabras, de nosotros dependerá  que seamos capaces de enfrentar con éxito los retos del presente y del provenir, teniendo como objetivo la creación de una sociedad más equitativa en la que la paz sea fruto de la justicia», agregó.

Sostuvo que los padres de familia deben estar conscientes más que nunca de la responsabilidad que tienen ante la sociedad en la educación de sus hijos.    

Dijo que es preocupante y alarmante el alto índice de paternidad irresponsable y, por consiguiente, el aumento de madres solteras, quienes hacen gran sacrificio por brindar amor y educación a sus hijos.

Indicó que el 60 por ciento de la población estudiantil está compuesto por mujeres y de los graduandos con honores el 65 por ciento corresponde a la población femenina.

«Debemos reflexionar y preguntarnos si basta con criticar y lamentarnos por lo que está ocurriendo en nuestro país o si en cambio, debemos dar los pasos que sean requeridos a todos los niveles de la comunidad nacional para que nuestro país se encauce por el correcto sendero»,  añadió.

Publicaciones Relacionadas

Más leídas