Hoy 
Monseñor Agripino Núñez Collado consideró ayer que el país necesita un verdadero Pacto Social y, sobre todo, que los actores sociales y políticos tengan la voluntad de cumplirlo.
En ese sentido, Núñez Collado subrayó que los Objetivos de Desarrollo del Milenio (ODM) planteados por las Naciones Unidas deberían ser incluidos en la mesa de discusión del Diálogo Nacional y asumido por los candidatos a la presidencia de la República.
El coordinador del Diálogo Nacional dijo que la ciudadanía espera que los candidatos presidenciales -en lugar de rebatiñas y debates personales- tomen cuentan los problemas que le preocupan.
Al pronunciar el discurso de clausura del «Taller Sobre los Objetivos del Milenio» organizado por el Progama de las Naciones Unidas para el Desarrollo, Núñez Collado dijo que los problemas que vive el país reclaman la superación del egoísmo y el individualismo.
Expresó que aún la gente más sencilla quiere ver en sus candidatos visión de futuro, propuestas creativas e innovadoras conuducentes a enfrentar con eficacia los problemas que nos aquejan, teniendo como meta el bien común de la nación.
«Es evidente que para que las mesas de trabajo del Diálogo Nacional puedan incidir en los programas de gobierno de los partidos políticos, los partidos deben tomar en cuenta los requerimientos de la sociedad, que reclama la presentación de consignas relativas a los problemas del país», dijo Núñez Collado.
Añadió que los actores con poder de decisión deben estar validamente representados y tener una actitud de participación en cada una de las mesas del diálogo.
De acuerdo con el religioso, la participación del gobierno y los partidos es consustancial a la legitimidad del diálogo nacional. El rector de la Pontificia Universidad Católica Madre y Maestra (PUCMM) recalcó que el país tiene necesidad de un verdadero Pacto Social que sea respetado por todos los sectores.
En el taller organizado por el Sistema de Naciones Unidas en el país fue notoria la ausencia de los partidos políticos. Participaron organizaciones de la sociedad civil, funcionarios del gobierno, así como representantes de organismos financieros internacionales como el Banco Mundial y el Banco Interamericano de Desarrollo.
