Abinader-café
Para muchos técnicos agrícolas, incluyendo funcionarios del Gobierno, fue un error pasar el proyecto de reforestación con café, algunos frutales y maderables en las provincias Baoruco, Pedernales, Elías Piña, Azua, San Juan y Neiba, al Ministerio de Medio Ambiente, por ser una institución que no maneja el tema del café ni su ministro de turno.

Piensan que debió ir al Ministerio de Agricultura o al Instituto Dominicano del Café (Indocafé), que es la entidad natural para dirigir ese proyecto, y es además en donde están los técnicos que conocen bien el cultivo del café.

Los técnicos dicen que el presidente Luis Abinader fue mal aconsejado para la toma de esa decisión.

Pero creen que como el jefe de Estado es un hombre sensato, está a tiempo de enmendar el error, que no es su culpa, sino de quienes le dieron la sugerencia.

Para bien de ese proyecto y que tenga los beneficios esperados por los productores y el país, debería ir a una de esas dos instituciones, principalmente a Indocafé.

Si ahora no se corrige ese error, en un algún momento tendrá que ir a Indocafé que es la institución que traza las polí ticas cafeteras del país.

Es bueno recordar que en todos los países productores de café, los proyectos relacionados con ese grano están concentrados en las instituciones que manejan ese producto.

Aquí se llama Indocafé. Es muy bueno que se respete la institucionalidad para que las cosas se sigan haciendo bien en el Gobierno de Luis Abinader, un hombre con un gran sentido común.

UTEPDA
El proyecto de reforestación con café en provincias del Sur del país estaba a cargo de la Unidad Coordinadora de Proyectos de Desarrollo Agroforestal (UTEPDA), una dependencia del Ministerio Administrativo de la Presidencia y fue creado por el gobierno del ex-presidente Danilo Medina.

El primer director de UTEPDA fue el mayor general del Ejército, Rafael Emilio de Luna Pichirilo, y en este gobierno fue sustituido por Eliferbo Herasme.

Se recuerda que ese proyecto se ejecuta con un préstamo del Banco Interamericano de Desarrollo (BID).

Las plantas de café, de frutales y de maderables son donadas por el proyecto a los caficultores que también recibía cada uno cinco mil pesos mensuales para manutención.