El director ejecutivo de la Confederación Nacional de Cacaocultores Dominicanos (Conacado), Isidoro de la Rosa, consideró que la capacitación que imparte a productores de cacao el Consejo Nacional de Investigaciones Agropecuarias y Forestales (Coniaf) ha sido la clave para elevar la producción y relanzar ese cultivo. Con estos entrenamientos, muchas fincas han logrado elevar de 400 hasta 1,500 kilos del grano por tarea. “Estamos complacidos con los cursos de capacitación ofrecidos por el Coniaf a nuestros afiliados, porque con ellos se está relanzando este sector de la economía nacional”, según De la Rosa, quien habló junto al director del Coniaf, Juan Chávez, en uno de los entrenamientos. Chávez afirmó que “es misión del Coniaf apoyar, acompañar y asistir a los productores agropecuarios en la modernización de su producción”, para cuyo logro implementa programas de capacitación y transferencia de modernas tecnologías de producción. Agradeció a la Conacado el apoyo logístico recibido para el desarrollo de los cursos y talleres impartidos, no solo a productores de cacao, sino a los de otros cultivos.

FAO y OPS
Transformar los sistemas alimentarios será una pieza muy importante de la estrategia que se necesita para acabar con el hambre y todas las formas de malnutrición en los países de América Latina y el Caribe, según la FAO y la Organización Panamericana de la Salud (OPS). Estas agencias han convocado a autoridades de gobiernos de la región y a expertos internacionales a un seminario en El Salvador para compartir políticas públicas y experiencias exitosas que permitan crear sistemas alimentarios que contribuyan a la salud de la población. De acuerdo a la FAO y la OPS, en las últimas décadas los sistemas alimentarios de la región (el conjunto de actores y reglas que determinan cómo se producen, comercian, distribuyen, procesan y consumen los alimentos), han sufrido un profundo cambio. El representante de la FAO, Julio Berdegué, dijo que “hemos vivido un proceso radical y veloz: lo que Europa hizo en 150 años lo hemos hecho en treinta”. Cambios económicos, demográficos, tecnológicos y culturales han tenido un profundo impacto en los alimentos que consume la población como en la manera en que estos se producen, transforman, comercializan, distribuyen y consumen.