Agro cultura. Evaristo Rubens

Agro cultura. Evaristo Rubens

Evaristo Rubens.

Carta en 2070
Esta carta que me entregaron los niños Daniela y Sebastián para que la publique, sería escrita en el 2070. Comparto su contenido con ustedes: “Acabamos de cumplir 74 y 71 años, pero nuestras apariencias son las de personas de 90 años. Tenemos serios problemas renales al tomar poca agua, creemos que nos quedan pocos años de vida. Recordamos con tristeza que en 2016 cuando teníamos 7 y 10 años de edad, todo era diferente, podíamos disfrutar de abundante agua que desperdiciábamos, nuestros padres lavaban sus carros con mangueras y tampoco les importaba desperdiciarla. Ahora la situación es diferente, los niños no saben para qué sirven las mangueras, la ropa es desechable porque no hay agua para lavarla, en lugar de los 8 vasos de agua que tomábamos al día, apenas alcanzamos a tomar medio vaso. Las mujeres han tenido que afeitarse la cabeza y limpiársela con aceite mineral. Recordamos que había muchos anuncios en la televisión, en la radio y los periódicos que decían: ”El agua es vida, no la desperdicie”, pero no le hacíamos caso. Pensábamos que el agua jamás se podía contaminar y agotar a los niveles de hoy. Los ríos los hemos convertido en cloacas pestilentes. La apariencia de la población es horrorosa, cuerpos demacrados, arrugados por la deshidratación. Las infecciones gastrointestinales, de la piel y de las vías urinarias, son las principales causas de muerte. Los empleos son escasos, las plantas desalinizadoras son la principal fuente de empleo y nos pagan con agua potable en vez de dinero. Los asaltos por el agua son comunes en las calles de Santo Domingo y en otras ciudades. Los países que protegieron los bosques y sus aguas las custodian con sus ejércitos, como sus tesoros. Cuando nuestros hijos nos preguntan, ¿por qué se agotó y contaminó el agua de esta manera en el país? Se nos forman nudos en las gargantas, nosotros no podemos dejar de sentirnos culpables, porque también somos parte de la generación que no tomó en serio tantas advertencias para conservar nuestros recursos naturales. Como quisiéramos regresar al 2016 y luchar para hacer lo que haya que hacer para conservar y proteger el agua, que es lo mismo que conservar y proteger la vida. Atentamente, Daniela y Sebastián”. Esta carta se la enviaron los niños a Gilberto Reynoso, al poner en circulación su libro: Contraste de la disponibilidad y demanda de agua por provincia.

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