Agrocafé del Caribe

Agrocafé del Caribe

La antigua propiedad de Rafael (Fellito) Cabrera, situada en el Km. 15 de la carretera Hato Mayor-El Valle, en la provincia de Hato Mayor, tiene una extensión superficial de 17,400 tareas nacionales (1,095 has.). Originalmente estaba dedicada al cultivo de cacao, naranjas y pasto natural, pero al ser vendida a la firma Agrocafé del Caribe, sus nuevos propietarios, un grupo ligado a Industrias Banilejas (Induban), han decidido fomentar una plantación de cafetos del tipo robusta resistentes a la roya, la cual a nuestro parecer, será la más avanzada y moderna del área del Caribe, compitiendo a su vez, con las más adelantadas de América Central.

Agrocafé -una empresa de fuste- invitó el 17 de enero de 2014 al Ministerio de Agricultura, los productores cafeteros y a la prensa nacional a un día de campo para efectuar una demostración de las nuevas tecnologías y mostrar a los asistentes las siembras de cafetos Conilon y robusta brasileño, ambos muy resistentes a diferentes enfermedades especialmente a la conocida como Roya, mortal para los cafetos, por la intensa defoliación que impide la floración y la fructificación de las bayas. Esta plaga, que se ha propagado aceleradamente en todo el territorio nacional, constituye una catástrofe económica para el sostenimiento familiar de aquellos dedicados al cultivo del arbusto del género coffea, muchos de los cuales han tenido que emigrar hacia las ciudades en busca de mejor suerte. También, se trata de mejorar las variedades robustas existentes en la región Este del país, que los caficultores lugareños conocen como “caracolillo o brasileño”.

Es ya harto conocido, que desde el año 2000 hasta la fecha, la producción de café que era de alrededor de 1,750,000 quintales anuales, ha descendido a los niveles actuales de aproximadamente 200,000 quintales. ¿Qué significa esto? Que para cubrir el abastecimiento nacional que ronda alrededor de 350,000 quintales por año, los torrefactores deben importar cerca de 150,000 quintales para satisfacer dicho consumo. ¿Cuál es el motivo para que haya sucedido este descalabro? La sustitución en el año 2000 de la Comisión del Café por el Consejo Dominicano del Café (CODOCAFÉ), en el cual se incluyeron únicamente los grupos asociados eliminando los productores independientes, quienes habían sido los abanderados en defensa de la caficultura en la disuelta Comisión del Café. ¿Cuál ha sido el resultado de esta inconstitucional composición? Que entre esos grupos de caficultores, con la aprobación expresa de los responsables del anquilosado Codocafé, se prestaron más de 500 millones de pesos las cuales en su gran mayoría son deudas irrecuperables y todavía pretenden que se les otorguen nuevos préstamos con el estado de desastre económico que presentan. El Ministro de Agricultura debería contratar una firma de auditores independientes para rastrear el destino de esos préstamos y de seguro que se encontrará con sorpresas desagradables.

El interés del Ministerio de Agricultura, de la Comisión para el Manejo de la Roya y creemos del Codocafé, será devolverle a la caficultura el lugar prominente que ocupó dentro de los cultivos tradicionales de exportación, en los tiempos que la República Dominicana producía alrededor del 1% de la producción mundial. Pero para lograr esta meta, debemos detener en primer lugar, la propagación del insecto conocido por Broca (hypothenemus hampei), el cual devora el grano que se encuentra dentro de la baya; y en segundo lugar, frenar la expansión en nuestras plantaciones del hongo que produce la mortal plaga denominada la Roya del cafeto (hemileia vastatrix).

Las variedades de cafetos anteriormente señalados han sido sembrados en camellones y con curva de nivel para facilitar el drenaje. El marco de siembra implica una separación entre arbustos de 3 x 1,30 m., lo cual arroja un total de 210 por tarea. Lo asombroso de estas variedades es su rendimiento. Mientras el promedio nacional de café oro por tarea ronda las 35 libras, en esta plantación de Agrocafé, se estima que con clima favorable, se podrá producir entre 5 a 6 quintales por tarea. Es decir, unos 80 u 85 quintales por hectárea.

Para las labores de campo, esta agroempresa ha contado inicialmente con unos quinientos obreros temporeros, que se ocupan de los viveros o invernaderos, en donde se preparan las plántulas que posteriormente serán sembradas en el campo. Además, cabe destacarse el curso diplomado coordinado por el ing. Rosado (INDUBAN) y el ing. Modesto (UASD), que significan 128 créditos para la carrera de ingeniería agronómica en la Extensión de Hato Mayor, aportando la universidad los profesores y coordinadores y la empresa cafetera los recursos humanos y económicos. En asuntos ecológicos, cuentan con la asesoría del Ministerio de Medio Ambiente y Recursos Naturales, quien indica las especies a ser eliminadas, asistiendo igualmente en la conservación de las aguadas y ríos que se encuentran dentro del plantío.

Todo esto no fuera posible, si no estuviera envuelto un empresario de la talla de Rafael Perelló, presidente de Induban, quien ha motivado a su grupo a invertir alrededor de 1,100 millones de pesos en este proyecto. El mismo cuenta, además, con 60 agrónomos y técnicos altamente capacitados, no sólo en labores agrícolas, sino también en la parte concerniente al beneficiado húmedo que posee equipos y maquinarias brasileñas de la afamada industria Pinhalense. Para completar las labores agrícolas disfrutan de una red de caminos de penetración para facilitar, no solo la siembra de los arbustos, sino el proceso de recolección del café para que pueda ser llevado inmediatamente al beneficiado para su despulpado y evitar la fermentación. Es importante que esta empresa logre el éxito deseado, para que muchos cafeteros vuelvan de nuevo a su predios y puedan cantar otra vez ¡Ojalá que llueva café en el campo!

 

 

 

Publicaciones Relacionadas

Más leídas