Representantes del sector agropecuario dominicano creen que se les hizo «una mala jugada» en la negociación del Tratado de Libre Comercio (TLC) con los Estados Unidos.

Esto así, según se explicó, porque antes y después de concluidas las negociaciones, el equipo negociador dominicano les aseguró que estaban protegidos de los subsidios que otorga el gobierno de los Estados Unidos a la agropecuaria de su país.

«No se preocupen, no hay problema con los subsidios que otorga el gobierno de los Estados Unidos a su producción agropecuaria. En el acuerdo los productores dominicanos quedan protegidos de la entrada al país de productos subsidiados en los Estados Unidos», explicaban los negociadores a los productores locales cada vez que éstos le cuestionaban sobre este tema.

Pero aún cuando se les dieron estas seguridades, los representantes del sector agropecuario estuvieron solicitando que se les entregara el documento negociado entre los dos países, pero durante dos meses los negociadores estuvieron dado todo tipo de excusas para no entregar de manera formal ese documento.

Viendo frustrados sus reiterados esfuerzos por conseguir el documento, los representantes de los productores «se fueron por la izquierda» y finalmente lograron obtener, de manera extraoficial, una copia del TLC negociado.

Fue entonces cuando se dieron cuenta, para su sorpresa, de que no estaban protegidos de los subsidios que otorga a la agropecuaria el gobierno de los Estados Unidos, o para decirlo con más propiedad, que los mecanismos de protección acordados son muy débiles.

Esto así porque, según se explicó, no se estableció protección alguna frente a los subsidios a la producción.

La protección acordado fue sólo para los subsidios directos a la exportación, a pesar de que, según se explicó, la mayor parte de los subsidios en los Estados Unidos no son canalizados como subsidios directos a la exportación, sino a la producción.

Aún más, según se indicó, la protección a los productores dominicanos contra los subsidios directos a la exportación en los Estados Unidos es por solo un año, y en casos muy justificados, podrían llegar hasta un máximo de cuatro años.

Los productores dominicanos de renglones tan importantes como el arroz, el pollo y otros, temen ahora que no puedan sobrevivir a la posible entrada al país de muchos productos subsidiados en los Estados Unidos a nivel de la producción.

Según han informado los productores locales, la secretaria de Industria y Comercio, Sonia Guzmán de Hernández, reconoció en un encuentro que sostuvo con ellos que en el TLC negociado no hay ningún tipo de consideración con relación al impacto que tendrían sobre la República Dominicana los subsidios a la producción agropecuaria de los Estados Unidos.

La preocupación de los productores locales no se limita al impacto TLC negociado con los Estados Unidos, sino también al hecho de que no se sienta un precedente que pueda permitir que en la negociación de otros tratados de libre comercio la República Dominicana pueda protegerse de los subsidios que se otorgan en el exterior a la producción agropecuaria.

Al contrario, se explicó que este precedente podría servir para que en negociaciones futuras con países de la Unión Europea, éstos se niegan a conceder producción a la República Dominicana por sus subsidios a la producción agropecuaria, bajo el argumento de que no debe haber discriminación y que, por lo tanto, si a Estados Unidos no se les exigió esa protección, ellos no están obligados a concederlas.

El problema ahora está en que se acerca la fecha, a pesar de que todavía no ha sido dada a conocer, para que el presidente dominicano y el presidente estadounidense firmen el TLC.

Por esa razón representantes del sector agropecuaria se han apresurado a pedir al presidente Hipólito Mejía que no firme ese tratado, en la esperanza de que haya una renegociación que los proteja de la competencia de productos subsidiados en los Estados Unidos.

Mientras tanto, quienes estuvieron al frente de la negociación agrícola en el marco del TLC -por parte de la parte dominicana-, no saben qué explicación dar a los productores locales sobre lo ocurrido, aunque algunos algunos de ellos han tratado de escapar con esta salida: «Donde dije digo, digo Diego».