Las palabras del título de este trabajo son el problema de la agricultura de los países en vías de desarrollo, que nuestros gobiernos deberían combatir para lograr el despegue. Hay que desarrollar la mente del agro-empresario. El arado de vertedera fue creado en 1837 por John Deere, pero el arado de vertedera reversible está llegando al país ahora en el 2017. El primer tractor lo hizo Henry Ford, 1907. En 1920 Fergunson instituye el hidráulico y en 1923 aparece el tractor John Deere. En 1938 todos los tractores incorporan el enganche de 3 puntos, que está vigente. En 1999, con el genoma humano y la clonación en la agropecuaria; se espera en el siglo XXI la ciencia beneficie la humanidad. Las semillas transgénicas son un gran adelanto norteamericano. Los alimentos transgénicos no hacen daño, como quieren confundir los europeos, porque no crearon ellos los transgénicos.
La crisis alimentaria mundial de 2008 sigue casi vigente al 2017. La mente humana tiene que desarrollarse aún más, para poder enfrentar esta situación, ya que la misma está influida por la pobre educación. La tecnología que se conoce hasta el presente cabalga en el caballo-negro del petrolero. Se necesita crear nuevos paradigmas, que permitan a la población seguir viviendo con calidad de vida y una mejor distribución de las riquezas. El modelo económico quisqueyano es excluyente, se requiere uno que incluya a las gentes. El principal problema agrario es la comercialización, porque el agro-productor solamente recibe el 33% del precio final que paga el consumidor. INESPRE se creó en 1969 para estabilizar los precios agropecuarios, pero fracasó.
De los abonos orgánicos pasamos a los inorgánicos, que son la salvación para incrementar la productividad, unidos a los herbicidas, insecticidas, fungicidas, etc., para producir alimentos y sostener a 7,500 millones de habitantes en el 2017. La agricultura orgánica no es la solución. La agricultura química es la solución para dar alimentos a 900 millones de hambrientos en el planeta.
Mecanización agraria, tecnología, innovación, semillas transgénicas y bienes competitivos en el mercado, es el futuro del sector agrícola, que se puede resumir en agricultura inteligente, que en nuestro país casi no se conoce; en consecuencia, el Ministerio de Agricultura y el Banco Agrícola deberían promover, como eje principal del desarrollo agrario; la fertilización con el Sistema Balance Nutricional Preciso, que nutre las plantas, según sus necesidades y poder aumentar la productividad. El Banco-Agrícola debería fomentar la agricultura de precisión, que es el camino al desarrollo agrario sostenido del futuro.
La empresa agraria debe ser dirigida por gerentes eficaces, que trabajen con tecnología, innovación y competitividad, para penetrar en el mercado, con productos excelentes, inocuos, a precios competitivos. En el Dr-Cafta su ejecutoria es responsabilidad del Ministerio de Industria y Comercio, pero no son eficientes. Ese ministerio trabaja poco. Existían tres tipos de combustibles diesel. Eliminaron el intermedio. Ahora tenemos el óptimo y el peor. Así los motores diesel tienen menos vida útil. Falta visión al desarrollo por los funcionarios del gobierno.