Hoy 
El desarrollo rural es complejo y requiere de una voluntad política apasionada, disciplinada, permanente, decisiva y con una acción trabajo sin demagogia, para poner en práctica una política agrícola agresiva, porque la política que hemos tenido a partir del siglo XXI, para no mencionar el siglo XX, es corrupta e ineficiente. En ese sentido, me permito indicar mis deseos en el 2009 sobre la política agrícola:
1. El Presidente Fernández en su tercer período de gobierno 2008-2012, debería hacer un cambio total en la definición y ejecución de la política agrícola, ya que hasta el 2008 fue ineficaz, parecida a la que hizo el Presidente Hipólito Mejía en el periodo 2000-2004. Por esa falta de política en el agro, no se aprovechó la Iniciativa de la Cuenca del Caribe del gobierno de los EE.UU.
Tampoco se aprovechó COTONOU con la Unión Europea. Ahora estamos en el DR-CAFTA con Centro América y EE.UU., igualmente con la EPA de la Unión Europea y hasta la fecha no se ha hecho nada para definir un plan estratégico y aprovechar estos convenios internacionales, para incrementar nuestras exportaciones. El Presidente Fernández tiene una gerencia al estilo de laissez faire, donde cada funcionario actúa sin directrices; en consecuencia, el desarrollo económico no está en la mente de los funcionarios públicos ni tampoco en la mente del sector privado, unificado en CONEP, asociaciones de industrias, asociaciones bancarias, la ADHA, la JAD, APROLECHE y todas las asociaciones que aglutinan al sector privado.
Parecería que estamos en el período de la España Boba, pero la crisis económica mundial, que afecta a nuestros principales socios, EE.UU. y la Unión Europea, requiere un nuevo estilo de gobernar; con una visión desarrollista, donde el Presidente de la República mensualmente debería reunirse con los diferentes sectores económicos de la nación y en función a un plan estratégico de desarrollo, exigir a cada subsector su participación en la ejecución de los proyectos que beneficien a la economía nacional.
El estilo laissez faire no le ayuda al Presidente Fernández para una acción de esta naturaleza, motivo por el cual le sugiero se dedique a meditar y reflexionar para una mejor acción en el desarrollo del país, echando a un lado la politiquería en los próximos 4 años. El indulto a los acusados en el Plan Renove le ha quitado popularidad al Presidente Fernández y muchas gentes han perdido la confianza en él, como el Presidente que necesitaba el país, por eso le sugiero un cambio de actitud mental, un cambio a pensar en el desarrollo de las personas de escasos recursos, un cambio en el progreso del país. Un cambio de actitud mental basado en los principios y valores de Juan Pablo Duarte y Juan Bosch.
