Agropecuaria
Agrodivagando (1)

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1. En el editorial “Brecha entre banca y campos” del periódico HOY, 08/02/09 se dice: “Las altas tasas activas de interés bancario y las duras normas que rigen al sector financiero han propiciado el crecimiento de la usura en el campo y los altos precios de productos en el mercado, muchos de ellos de primera necesidad”, según datos ofrecido por  la Junta Agroempresarial.

Este editorial es verdad en parte, porque la usura en el crédito agrícola ha existido siempre. La banca perdió interés en financiar la actividad agrícola desde 1997, cuando los bancos comerciales tuvieron que echar a pérdida RD$108 millones, la banca de desarrollo RD$30 millones y el Banco Agrícola RD$270 millones, análisis que hice con un grupo de técnicos, para la SEA y así cumplir con una resolución de la Junta Monetaria.  En mi libro Economía Agrícola, cap. 5 hay un resumen del estudio.

En el gobierno 2000/2004, los intereses con recursos del Estado a los agropréstamos con atrasos, se condonaron y se emitieron bonos por RD$1,500 millones para saldar deudas de los agriculturores.  Recuerdo que el dueño de una factoría de arroz me manifestó que tenía en pérdidas RD$40 millones, los cuales pudo recuperar con los referidos bonos. 

Hasta la fecha la Secretaría de Hacienda no ha realizado un análisis para determinar la transparencia en la aplicación de estos bonos.  Asimismo, se recuerda que en 1992 el crédito agrícola representaba el 16.5% de la cartera bancaria y al finalizar el 2008 apenas llegaba a un 2%.  El crédito es importante para la producción agropecuaria, pero en la forma ineficiente que se da en el país, su impacto no gravita mucho en la producción. 

El Banco Agrícola para dar el primer desembolso de un préstamo al arrocero; éste debe tener la tierra arada y el semillero hecho; en consecuencia, el parcelero tiene que acudir a la factoría de arroz para que le de un préstamos adicional y en esas condiciones se compromete a vender el arroz a la referida factoría, pagar un 5% mensual y comprarle los insumos, a un sobre precio.  Además, el Banco Agrícola nunca desembolsa el costo total de la plantación. 

El BAGRÍCOLA de 2004 al 2008 ha duplicado su cartera.  En el censo agropecuario de 1998, realizado por la SEA, ya que la ONE no tuvo capacidad; la tenencia de la tierra era en un 45% de certificados de títulos denominados carta constancia del Tribunal de Tierras. 

Ahora, la banca exige certificados definitivos con sus linderos, pero con el nuevo sistema establecido por el tribunal, con ayuda del BID, sanear catastralmente la tierra es muy costoso y fluctúa de RD$200 a RD$500 por tarea, lo cual es una limitante al desarrollo rural, porque el 85% de las fincas agrícolas son pequeñas y el 70% de las ganaderas, están en la misma clasificación.

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