La bancarización es el uso intensivo del sistema financiero por la población, medido por un índice de los instrumentos bancarios.  En América Latina el índice de bancarización es un 35% de la población adulta, lo cual es bajo al compararse con los países desarrollados.  Chile tiene uno de los índices  más altos, seguido por Argentina, pero RD tiene que compararse con Centroamérica, donde Costa Rica posee el mejor índice y el banco más grande de la región, Banco Nacional.  Banreservas debería ser el más grande.

Las barreras a la bancarización en América Latina han sido estudiadas y están relacionadas al grado de desarrollo de cada país y se analizan de acuerdo a las cuentas bancarias que tiene la población, cumplimiento con los contratos de préstamos, estabilidad de la economía, niveles de ingresos, grado de educación poblacional y a la economía informal.  Asimismo, la banca se relaciona con las organizaciones industriales, comerciales, desarrollo agrícola, turismo y zonas francas. 

Influye el desenvolvimiento del sistema bancario y la institucionalidad del sistema financiero.  Ejemplo, con la quiebra de Baninter, Bancrédito, Mercantil, etc., la credibilidad financiera se vio afectada.  Por igual, la crisis financiera en EE.UU. en el 2008, influye en la bancarización, lo cual se refleja en el aumento del precio del oro, porque las gentes prefieren tener sus ahorros en metales sólidos, que en bancos dirigidos por funcionarios corruptos como ha sucedido en el mundo. En el país la estabilidad macro económica y el crecimiento de la economía han sido buenos en los últimos 50 años, pero la falta de educación y un modelo económico excluyente, en lugar de incluyente, ha influido en la baja bancarización de RD.  Asimismo, la economía informal, que representa más del 50% del movimiento de la economía; también influye, igualmente los impuestos del 0.15% a los cheques. 

Los sectores industrial, agrícola, turismo y comercio, tienen reducidos movimientos financieros.  Los bancos están concentrados en Santo Domingo y Santiago, lo que ha influido para que las gentes de las provincias utilicen poco el sistema financiero.  El margen entre las tasas activas y pasivas de los bancos influye en la intermediación financiera.  Estudios realizados en el 2006 indican que los márgenes de interés alcanzaron un 8.5% en América Latina, contra un 5.1% en Asia del Este y 2.95% en los países desarrollados.

El Banco Central, la Superintendencia y la banca múltiple, deberían hacer un esfuerzo para mejorar el índice de bancarización, porque ahora estamos inmersos en un tratado comercial con Centroamérica, EE.UU.  y Europa, no podemos quedarnos atrás.  El Ministerio de Industria y Comercio, que administra estos tratados, hace poco por el desarrollo.