La política agrícola en el país ha sido tímida, siendo el año de mayor financiamiento al agro  1992, donde la banca comercial destinó el 16.5% de su cartera total; mientras en el 2007 representó solamente el 5.5%.  La banca comercial es la que destina mayores recursos al agro, seguida por el Banco Agrícola y los bancos de créditos.  La Junta Monetaria, con las autoridades del sector agrícola, debería definir una política crediticia, para satisfacer la demanda de agrocrédito, que se estima en RD$50,000 millones para el 2008. 

Hay que redefinir la política de desarrollo rural, para que sea enfocada a mejorar la calidad de vida de la población, producir para el consumo nacional y la exportación.  El Banco Central no establece el PIB por provincias y regiones y tampoco separa, agricultura y agroindustria.  Creo, ante la crisis alimentaria, hay que medir mejor el aporte del sector agrícola a la economía.

Existe entre las gentes una gran confusión sobre política agrícola y piensan que la solución es sembrar, pero están equivocados porque lo más importante en el agro es el mercado.  No se puede sembrar sin saber previamente dónde se va a vender la mercancía, ya que por ese motivo gran parte de las cosechas se pierden.  En ese sentido, sugiero al Presidente Fernández lo siguiente:

1. Establecer un plan estratégico de desarrollo rural, que cambie la actual estructura institucional agraria y contemple el ordenamiento territorial, para producir en función a la zonificación agrícola, con el propósito de aprovechar los escasos recursos naturales disponibles que hay en tierra, agua y clima.

2. Determinar la demanda de bienes agrícolas que requiere el consumidor dominicano para alimentarse y la materia prima de la industria.

3. Crear una cultura de agro exportación de bienes competitivos en el DR-CAFTA y el Tratado con la Unión Europea, para generar divisas.

4. Apoyar una política, que satisfaga el financiamiento a los sectores productivos.

5. Establecer una tecnología e innovación, donde el profesional y el agricultor reciban conocimientos en gerencia competitiva y tecnología de  punta, que permita crear una unidad económica rentable en cada predio.

6. Dar apoyo a la organización de los agricultores en cooperativas de servicios en maquinarias, compra de insumos y comercialización de bienes.  Igualmente fomentar las cooperativas procesadoras, para añadir el valor agregado de la agroindustria.

7. Liberar de impuestos al sector agrícola tal y como están exentas las zonas francas industriales, para atraer la inversión a la zona rural, ya que la forma más rápida de aumentar la productividad es estableciendo las infraestructuras requeridas para incrementar la producción.