Economía del conocimiento es producir riquezas, utilizando la tecnología para transformar los medios de valor a mayor utilidad económica.  El conocimiento y el desarrollo tecnológico e innovación, son las bases de la economía moderna; con la ayuda de capitales para  la productividad, crean bienes para los mercados a precios competitivos.

En la economía del conocimiento lo más importante es la participación del capital humano, para fortalecer el sistema de producción.

Conocimiento es entendimiento, inteligencia, capacidad de entender, comprender y habilidad de hacer cosas.  La economía del conocimiento está basada en la creatividad y transformación de bienes y servicios, con tecnología e innovaciones, la difusión de la misma, aplicada al proceso de producción.   Conocimiento es productividad y competitividad, de ahí la importancia de tener un buen sistema de información que permita una visión clara de la sociedad en el papel del conocimiento y de la innovación.  Las microempresas competitivas, son la base para formar empresas medianas y grandes.   La creación de empresas en base a la economía del conocimiento, es  un sistema de innovación y competencia en el mercado, es lo que sustenta un modelo empresarial basado en la preparación técnica de los empleados.  El espíritu emprendedor de cada individuo, apoyado en la creatividad e ingenio de las personas, es la base del florecimiento de las empresas y el desarrollo de los pueblos.

El país participa en el Tratado Centroamericano, DR-CAFTA y ahora más reciente, en la EPA; en consecuencia, los empresarios tienen que aprender a invertir de modo inteligente y eficaz, para poder participar en los nichos de mercado.  Los paradigmas de la economía del conocimiento están fundamentados en las innovaciones que se pueden ir aplicando al proceso de producción.  Esta está influida por los híbridos que se pueden incluir en el proceso, la autenticidad de la tecnología para competir en el mercado, la formación del equipo de trabajo y el territorio en que se desenvuelve el proceso de producción de la organización.

En la economía del conocimiento se tiene mejor aplicación, cuando se utilizan clusters o grupos de empresas, donde todos conocen el escenario en dónde se está trabajando, para aprovechar al máximo la economía de escala y así, emplear mejor la capacidad instalada de cada empresa y poder producir bienes competitivos.  Estas empresas funcionan mejor, cuando toda la sociedad forma parte de la economía del conocimiento.  Peter Drucker en su libro “La sociedad poscapitalista” destacaba la necesidad de generar una teoría económica, basada en la economía del conocimiento, para generar mayor riqueza en beneficio de la sociedad.  La educación es fundamental en este sistema.