Hoy 
Desde el inicio de la democracia el 1ro. de julio de 1966, los gobiernos, políticos y empresarios han apoyado la haitianización de RD por motivos desconocidos, aunque se sospecha es por la presión de EEUU, Francia y Canadá, porque no quieren a los inmigrantes haitianos. También ha influido la mano de obra barata. La cantidad de haitianos en el país sobrepasa 1.5 millones de personas. Algunas localidades del Cibao no permiten que vivan en ellas haitianos.
Las administraciones Balaguer, Guzmán, Jorge, Mejía y Fernández no han definido una política migratoria. Me faltaba conocer la frontera por Elías Piña, estuve el 30/10/09 y aquello es tierra de nadie. Pasé a Haití por las pirámides 190, 191 y 192. El Cuerpo Especializado de Seguridad Fronteriza (CESFRONT) no controla la frontera. Hay retenes militares en Elías Piña, San Juan hasta el 15 de Azua, pero donde deben estar es en la frontera, que tiene 382 Kilómetros de largo, controlando el paso de ilegales.
La administración Obama mantiene una política abierta de sus funcionarios para convencer al Gobierno de RD, que permita la unificación de los dos países. Lamentablemente el Gobierno de Fernández ha aceptado como válida esa tesis, al igual que Hipólito Mejía, en el periodo 2000-2004. Hay que recordar al PLD y al PRD que nuestra independencia no fue de España, sino de Haití. Asimismo, hay que tener presente, que Haití gobernó de 1822 a 1844 con manos de hierro. En la actualidad la clase dominante en Haití inculca al pueblo la confrontación con RD. El secretario de Salud, por unas monedas, declara en el periódico Hoy de fecha 16/10/09, que Carter merece le pidan disculpas. Bautista Rojas Gómez debería recordar los principios y valores del Prof. Juan Bosch, que el PLD ha olvidado.
La haitianización comenzó con la independencia efímera de Núñez de Cáceres en 1821. El venezolano Simón Bolívar no quiso apoyar a Núñez de Cáceres y apoyó a los haitianos. El presidente venezolano Carlos Andrés Pérez y el presidente Bill Clinton de Estados Unidos, impusieron a la fuerza al presidente Jean Bertrand Aristide, en Haití, quien revivió los rencores del pueblo haitiano contra República Dominicana.
Cuando la ONU nombró a Bill Clinton su representante, con propósitos no definidos, pero ahora nos damos cuenta que las familias Kennedy, Clinton, Carter y Obama son enemigas del pueblo dominicano, porque se han inventado programas financieros para ejecutar entre los dos países, que no son más que dardos envenenados en pro de la unión. El pueblo dominicano tiene que estar con los ojos abiertos, para no apoyar estos programas disfrazados, que en el fondo no son más que una traición, para lograr la fusión de ambas naciones. Hay que revivir los valores patrios de Duarte, Sánchez y Mella.
