Agropecuaria
La cenicienta económica y social de la República Dominicana

<p><strong>Agropecuaria<br/></strong>La cenicienta económica y social de la República Dominicana</p>

POR FERNANDO ALVAREZ B.
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En el año 1975, hace 32 años, el sector rural dominicano estaba tan floreciente que eliminando algunos servicios, como el agua y la electricidad, que a veces no llegaban al campo, el ciudadano rural vivía mucho mejor que el trabajador que vivía en la ciudad. Pongamos el Consejo Estatal del Azúcar, en 1975 –un emporio floreciente-, como ejemplo.

En la zafra de 1975 se produjeron 920 mil toneladas de azúcar con 11.5% de sacarosa y con un costo de producción apenas 15% menos que el Central Romana, no obstante, el Central Romana estaba completamente modernizado y era un solo ingenio; en cambio, el CEA tenía doce ingenios que no estaban totalmente al día. El CEA tenía en ese año 48 mil empleos directos entre colonos y obreros (y no sabemos cuántas decenas de miles de empleos indirectos) y tuvo ganancias por más de 125 millones de dólares en ese año que sería hoy cuatro o cinco veces más alta. Esa institución era uno de los principales sostenes fiscales del país. Algunos argumentarán que eso fue porque el precio del azúcar estaba alto en 1975. Pero ésa no es la verdad, el precio promedio en 1966 hasta 1973 fue de apenas 5 _ centavos de dólar y el CEA nunca tuvo pérdidas ni nunca tuvo que tomar dinero prestado.

Un apoyo que fue significativo, necesario y eficiente

Una prosperidad similar se logró con un fuerte apoyo del Presidente Balaguer, en casi todos los sectores agrícolas y pecuarios del país. El país logró la autosuficiencia con la sola excepción del aceite vegetal que estaba sujeto a un rígido control de precios. A partir del 1982, el sector agrícola fue dejado a su suerte, no recibió ningún tipo de incentivos ni subsidios, y se abrieron las puertas de las importaciones. El emporio del CEA fue destruido en un período de 10 a 12 años. Todavía hoy no sé cómo pudo ocurrir esta tragedia social y económica.

El efecto de tener preponderantemente líderes políticos urbanos

Tengo el convencimiento que el abandono histórico a la agropecuaria se debe a que la mayor parte de los principales dirigentes del país, con principalía en los partidos políticos, no tienen ni nunca han tenido ningún vínculo económico ni emocional con el sector productivo de la zona rural. El sector agropecuario, distinto a lo que se pregona, tiene excelentes gerentes, y tierras de una gran calidad. ¿Qué necesita el sector agropecuario?: una reparación justa y urgente, que lo traten igual económicamente a como tratan a los otros sectores económicos que, preponderantemente, están en las ciudades. También que reciban las inversiones físicas (así como se hacen avenidas, pasos a desnivel, etc., en las ciudades), los incentivos y el reconocimiento de parte de la clase dirigencial del país para lograr que este sector sea tan competitivo como era en los años 70. Eso es lo menos que la clase dirigencial dominicana puede hacer para reparar, en parte, el daño que con su indiferencia han hecho a este sector de una manera permanente durante los últimos 25 años. Además, si se toma una decisión, como planteo, se reduciría significativamente la pobreza nacional ya que la misma está concentrada en el sector rural y en los barrios de las ciudades.

El Metro: una inversión controversial

Se ha tomado la decisión, en condiciones difíciles, de construir un Metro. La mayoría de los sectores nacionales se han opuesto a este proyecto, fundamentan su oposición en el sentido de que ese dinero debía invertirse en educación, en salud y en obras medianas y pequeñas que se entiendan que son urgentes. Por razones de ética, admito que no tengo el menor conocimiento de ingeniería ni poseo los datos del Metro de Santo Domingo. Ahora, lo que sí poseo son los datos del Metro de Puerto Rico; país que tiene una estructura de suelo similar a la nuestra.

Metro de Puerto Rico

1.- El período de construcción duró 8 años (del 1996 al 2004).

2.- Costo inicial proyectado, 1,500 millones de dólares.

3.- Costo de construcción final, 2,250 millones para un aumento de 34%.

4.- Costo por kilómetro, 130.82 millones de dólares.

5.- Estimado de usuarios mínimo por día en la ruta de Bayamón – Santurce, 80,000.

6.-Usuarios actuales, 32,000.

7.- Costo anual de operación, 106 millones de dólares.

8.- Ingresos anuales por pasajero, 11 millones de dólares.

9.- Aportación del usuario, 10.37%

El Doctor Gabriel Arcaraz,  Ministro de Transportación y Obras Públicas de Puerto Rico, en una entrevista concedida al periódico El Día de esa nación, publicada en diciembre del año 2006, dijo lo siguiente:

1.- “El Metro de Puerto Rico, como todos los metros del mundo, tendrá que ser subsidiado para siempre”, y

2.-“aún los sistemas maduros en Estados Unidos sólo recobran un máximo del 36% del costo de administración de cualquier metro”, eso indica que, en el mejor de los casos, el Estado subsidia el 64% del costo de operación de los metros.

El metro, el nivel creciente de gastos de consumo, los subsidios a un sector eléctrico -y al gas-, el pago de la deuda y el inicio eventual del déficit cuasi-fiscal dejan un reducido margen de maniobra al gobierno para aumentar la inversión social, especialmente en educación y en infraestructura fundamental.

La educación: el factor más importante para lograr la competitividad necesaria en un mundo globalizado

La educación es uno de los factores más fundamentales para poder cumplir en un mundo globalizado. Todos los países en desarrollo, que experimenta progreso rápidamente, están recibiendo de un 5% a un 7% del PIB. A la educación en nuestro país, se le asigna apenas un 2.5% del PIB. Conforme a los datos del padre José Luis Alemán –eminente economista dominicano-. La República Dominicana está en el tercer lugar más bajo del presupuesto para la educación pública, de los 116 países analizados en el documento de la ONU titulado “Desarrollo Humano 2006”. Además, el padre Aleman dice, y citamos: “Peor aún, 34 países de ingresos medios o bajos -como el nuestro-, reportaron un gasto superior o igual al 4% del producto interno bruto en la educación. Estas cifras no auguran bien para la competitividad dominicana: todos los países de América Latina están gastando en educación pública más que nosotros. De esta competitividad dependen, en una economía global, las inversiones directas extranjeras, y de éstas las posibilidades de pagar salarios altos”. Con ese porcentaje es poco lo que pueden hacer las autoridades actuales. ¿Qué están haciendo los países en desarrollo que más progresan? Ellos invierten fuertemente en:

a) Ciencia y Matemáticas en la escuela primaria y secundaria.

b) Empiezan los estudios de inglés en el 8vo. Grado y a veces en el 6to.

c) Empiezan los estudios de cibernética en la primaria.

d) Invierten, fuertemente, en los institutos tecnológicos para aquellos estudiantes que no pueden ir a la universidad.

e) Las universidades están orientadas a producir los graduandos que están demandando los mercados globalizados.

¿Por qué la educación no recibe una mayor proporción?

El subsidio eléctrico, el subsidio del gas, el muy alto nivel de gastos de consumo y la pesada carga de la deuda y, eventualmente, la carga del déficit cuasi-fiscal no dejan maniobra para la inversión social y de capital. Algo tiene que cambiar, no podemos eliminar el pago de la deuda ni el eventual pago para cubrir el déficit cuasi-fiscal lo que obliga a reducir drásticamente los gastos de consumo y reducir los subsidios al sector eléctrico y no sólo traspasándoselo al consumidor que ya paga 70% más por KW, más que en Centroamérica, sino enfrentando con decisión el desastre del sector eléctrico.

La necesidad imperiosa de aumentar la inversión en Educación y que el aumento sea usado con la mayor eficiencia

Debemos señalar que aunque tengamos los recursos para la educación, eso no necesariamente indica que los mismos serán eficientes. ¿Por qué?: Estados Unidos gasta 7% del PIB en educación, la cual es la cifra mayor del mundo; sin embargo tiene grandes deficiencias en el desempeño de los alumnos de primaria y secundaria ¿Por qué?: 1. No examinan, tan a menudo como sea necesario, el desempeño educacional de los alumnos y de los profesores que enseñan; y 2. Los profesores más capaces y eficientes no reciben ningún incentivo económico por su eficaz desempeño y ganan igual que los profesores deficientes e incumplidores.

La gran paradoja educacional de Estados Unidos es que, por mucho, tiene el mejor sistema universitario del mundo. En un estudio realizado hace varios años, se detectó que de las 10 mejores universidades del mundo, 9 estaban en Estados Unidos.  

¿Cuáles son los efectos de un peso sobrevaluado de 10% a 12%?

Los efectos de un peso sobrevaluado del 10% al 12% son equivalente a un impuesto a todas las exportaciones de bienes y servicios, y darle un subsidio de 10% a 12% a las importaciones. Una política que erosiona la competitividad de los sectores generadores de dólares, y una política que afecta nuestra capacidad de generar nuevos empleos.

Hemos visto en párrafos anteriores cómo las zonas francas han disminuido drásticamente su producción y el número de empleados. Por otra parte, el peso sobrevaluado está afectando los niveles de ganancia del turismo y, consecuentemente, disminuye la atracción para nuevos inversionistas. Está también afectando, aún mayormente, a los hoteles que operan con el sistema de “todo incluido”. Asimismo, afecta las exportaciones de bienes y servicios, exportaciones que están a un nivel bajo, para lo que nuestra capacidad productiva pudiera exportar si hubieran los incentivos, como los otorgados, con razón, a las zonas francas y al turismo, pero para este sector, ha permanecido casi igual durante los últimos 10 años.

Una verdad inocultable: la erosión del poder adquisitivo de nuestra clase media con ingresos fijos y de nuestra clase trabajadora

Es conveniente señalar, después de observar la gráfica, que el índice de precios no cayó, como sucede en la mayor parte de países  cuando se desploma la tasa de cambio como usualmente ocurre que la inflación llega a territorio negativo. ¿Qué nos indica la gráfica 1, con el índice de precios?: que después del gran aumento de precios en el 2003, el índice de precios siguió creciendo. Para dar una idea de los efectos del aumento del índice de precios, vamos a presentar los aumentos en ese índice de precios, tomando como base el 1999, desde el primero de enero del 2004 al 30 de noviembre del 2006, es decir, un período de 3 años.

La inflación –el aumento del índice de precios- del 1ro. de enero de 2004 al 30 de noviembre de 2006 aumentó en 31%. Dicho de otra manera, significa que el poder adquisitivo en esos 3 años se ha disminuido aproximadamente en 30%. La canasta que se utiliza para llegar al índice 100 del año 1999 está constituida por bienes y servicios de una familia encabezada por un trabajador promedio. ¿Qué nos indica esto?: como los productos, que consume la clase media con ingresos fijos son de un poco mayor calidad, tienen que pagar una mayor proporción de dinero y, por tanto, el índice de precios subvalúa la reducción en el poder adquisitivo de los ingresos de la clase media con ingresos fijos. Los economistas y los sociólogos le llaman a esto, “darle un sesgo negativo” a las cifras.

¿Por qué ha habido ese aumento en los índices de precios, aparentemente, inexplicable cuando la tasa de cambio se ha reducido gradualmente?: mi respuesta implica los siguientes tópicos: a) Como dijimos anteriormente, la relación entre la tasa de cambio y el índice de precios, si es que existe, es muy moderada; b) Los aumentos repetidos de impuestos -tres aumentos de los niveles de impuestos en menos de 3 años-; c) El aumento en el precio del petróleo; y d) La presencia en algunos sectores de empresas oligopólicas que, por su poderío, pueden mantener los precios a niveles por encima de los que pudieran ser en un mercado mucho más competitivos.

Una defensa irrebatible de la posición dominicana referente al problema haitiano

Hasta ahora, esta situación se ha enfrentado en términos patrióticos y de dignidad. Mas, no es suficiente, pues  naciones como Alemania, Francia, España, Estados Unidos, etc., prácticamente, han dejado la pesada carga del problema de Haití a una nación, como la nuestra, que casi no puede con su propia carga.

La oposición a los planteamientos de esas naciones puede y debe ser de carácter racional. Nosotros tenemos una octava parte de la población que son ciudadanos haitianos ilegales. Estados Unidos, la nación más generosa con sus inmigrantes, tiene 12 millones de ciudadanos ilegales y, como consecuencia, están tomando acciones para reducir el número de ciudadanos ilegales. Si Estados Unidos tuviera la octava parte de sus ciudadanos -tienen 297 millones de habitantes- ilegales sería el equivalente a tener, en vez de 12 millones de ilegales, cerca de  37 millones. Lo mismo acontece con Alemania que tiene 82.6 millones de habitantes, y si la octava parte fueran ilegales, tendrían 10 millones 320 ilegales en vez de 2 millones y medio. En el caso de España, con 44.1 millones de habitantes, tendría  5 millones 100,000 ilegales – tengo entendido que no llegan al millón y medio de ilegales-. En el caso de Francia, con 60.6 millones de habitantes, tendría 7 millones 580 mil ilegales, por lo menos, 2 veces y medio más de lo que tiene.  La situación para la República Dominicana es varias veces más dura que la que estamos creyendo en este momento. ¿Por qué?: porque esos países tienen entre 12 y 20 más ingresos per cápita que la República Dominicana.

La magnitud política, económica y social de la enorme migración haitiana que ha ocurrido durante los últimos 20 años.

Este es un tema muy delicado. A veces, quien lo toca lo califican de racista. Creo que a mí nadie me puede llamar racista. Durante mis años de estudiante en los Estados Unidos  marché con Martin Luther King a favor de los derechos civiles del negro norteamericano, y entregué mi patrimonio político de 30 años para acompañar a José Francisco y aliarme a un partido donde había sentimientos mixtos hacia mí. El problema haitiano ha crecido dramáticamente en los últimos 20 años. Lo ha hecho con la complicidad de muchos sectores. Es el mayor de nuestros problemas.

Hay, conservadoramente, más de un millón de ciudadanos haitianos en el país. O sea, la octava parte de nuestra población.

Una falsedad comprobada: que los ciudadanos haitianos hacen el trabajo que los ciudadanos dominicanos no quieren hacer

Es falso que los haitianos realizan el trabajo que el dominicano no está dispuesto hacer, como el corte de la caña. En un futuro artículo explicaré cómo logramos que dominicanos cortaran en el 1974, la caña de los ingenios Esperanza, Monte Llano y Amistad, y cómo estaba programado que cortaran en el 1976 toda la caña de los 4 ingenios del Este y Ozama. Al salir del CEA, al ser trasladado a la Secretaria de Finanzas, el programa fue cancelado por la persona que me sustituyó. Lo que los dominicanos no están dispuestos es a vivir en condiciones deplorables, y que por 60 horas de trabajo le paguen 40 horas. En estos momentos, los ciudadanos haitianos dominan el trabajo de la construcción y el trabajo del campo, y una porción minoritaria, pero importante, trabaja en el sector turístico.

El efecto increíblemente nocivo de la creciente migración haitiana en el nivel de empleos de los trabajadores dominicanos Aumentan enormemente el desempleo de nuestras clases trabajadoras y limitan las posibilidades de que le aumenten el salario al trabajador dominicano en relación con el aumento de la inflación, disminuyendo así el salario real del obrero dominicano.

El más complejo e importante tema económico de la nación:

El déficit cuasi-fiscal

El déficit cuasi-fiscal es el problema más grave que tiene la economía dominicana y uno de los más graves que tiene la nación. ¿Qué es el déficit cuasi-fiscal? El déficit cuasi fiscal se compone de: 1.- Los intereses de los certificados que se utilizaron para compensar a los ahorrantes de los bancos quebrados; 2.- Incluye también los déficits operacionales del Banco Central (BC); y 3.- Y por los pesos emitidos por el BC para comprar divisas. (Cuando el BC compra divisas, emite pesos, los cuales son recogidos por el propio BC para evitar las presiones inflacionarias).

¿Por qué este déficit cuasi-fiscal es tan grave desde el punto de vista económico?: porque, independientemente de su gran tamaño actual, limita grandemente la capacidad operacional del BC para poder enfrentar cualquier crisis financiera. A finales del 2003 y a principios del 2004 plantee a dirigentes tanto del PRD -que todavía estaban en el gobierno- como del PLD -que estaba seguro iban a ganar y, por tanto, gobernar-, que nos convenía tomar prestado del Tesoro norteamericano mil millones de dólares (algo así ocurrió -pero en un nivel mucho más grande en términos de dinero- con México y con Uruguay, cuando tuvieron, antes de nosotros, una crisis financiera de alto nivel). Y proceder a pagar cerca de un 60% de la deuda que teníamos a consecuencia de la quiebra de los bancos. Luego supe que muchos de los mejores técnicos del país pensaban igual; pero,  por razones que desconozco, no se pudo conseguir ese préstamo.

Recientemente, he sido informado que el gobierno contempla la posibilidad de emitir bonos por 35 mil millones de pesos para enfrentar, en parte, el déficit cuasi-fiscal y que va a darle al Banco Central la suma de 5,800 millones de pesos con el propósito de cubrir parte de los intereses de los certificados que tiene actualmente el BC debido a la quiebra de los bancos. Esta situación, si es cierta, sería un paso inicial para enfrentar lo que es, indudablemente, el más grande de todos los desafíos económicos que jamás hemos tenido: el déficit cuasi-fiscal.

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