Agropecuaria
Líder

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Los autores Ken Blanchard y Phil Hodges, en el libro “Un líder como Jesús”, basado en la experiencia de Jesús como líder de los 12 apóstoles, los cuales le obedecían todas sus disposiciones.  Hay líderes que nacen y otros  se forman, en el devenir de la vida y en el estudio sistemático y su aplicación en las actividades que desempeñen.  La experiencia es la madre del conocimiento y el liderazgo.

En el 2009 hay escasez de líderes políticos, empresariales, sindicales y en  personas de las comunidades.  Por ese motivo, se presentó la gran crisis económica en el 2008, donde todos los países poco a poco fueron cayendo en recesión económica y todavía en julio 2009, no se vislumbra una salida para iniciar un 2010, en mejores condiciones de calidad de vida para la humanidad.  El hecho que la FAO haya publicado que pasan hambre en el mundo 1,020 millones de personas, demuestra la falta de conciencia e interés que tienen los líderes, especialmente en los países en vías de desarrollo.

La crisis económica de 2008, se puede comparar con la gran depresión económica de 1929, lo que significa que en esos 80 años hubo ciclos económicos, donde las economías de algunos países se veían en problemas y se pensaba que con los organismos salidos de la Reunión de Bretton Woods de 1944 en EE.UU., surgiendo de la misma, las Naciones Unidas, el FMI, el Banco Mundial, etc., donde se pensó que con estos organismos vigilando la economía del planeta, no volvería una crisis tan grande; sin embargo, fue un error pensar así, porque estos organismos no están dirigidos por líderes con visión, sino por tecnócratas que no piensan en la humanidad, sino en sus intereses personales, con raras excepciones.

En el libro “Un líder como Jesús”, se hace énfasis en la fe que todo gerente debe tener en el negocio que dirige y los presidentes de las diferentes naciones, deberían tener confianza en sus funcionarios, pero vigilarlos para que trabajen con honradez y visualicen el bienestar de la población, pero sucede que nuestros presidentes, especialmente en América Latina, piensan  primero en la corrupción, para seguir pagando sus campañas políticas.  En países como Costa Rica y Chile, cuando un funcionario comete irregularidades en la organización que dirige; el ministerio público investiga y si verifica su veracidad,  tiene que renunciar y acudir a la justicia.  Aquí en el país, parece que el Estado acepta ese tipo de corrupción, porque los tres poderes, ejecutivo, legislativo y judicial, siguen laborando sin tomar ninguna acción.  Gracias a periodistas como Nuria Piera, Alicia Ortega y otros, que denuncian la corrupción, el nepotismo y las irregularidades de funcionarios gubernamentales.  Hay que volver a los principios de Juan Bosch o no muy lejano, podría ser un gobierno, como el de  Hugo Chávez.

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