El análisis “¿Qué pasa con el agua?”, publicado por el Observatorio Político Dominicano (OPD), una iniciativa de la Fundación Global Democracia y Desarrollo (Funglode), sostiene que el agua disponible en República Dominicana es abundante, pero la manera en la que se distribuye de forma espacial y estacional, en adición al alto consumo en riego, agua potable y la precariedad del saneamiento, se traduce en escasez.

La investigación, de la autoría de Fanny Vargas, coordinadora de la unidad de Políticas Públicas del OPD, ofrece un diagnóstico del acceso y uso del agua en todo el país, así como del estatus de cobertura y calidad del servicio para los diferentes usos y fines.

El documento expresa que la demanda de agua se caracteriza por distorsiones que afectan el funcionamiento apropiado.  “A pesar de que el riego es el renglón de consumo más importante, la eficiencia de los sistemas es muy baja y la sostenibilidad financiera del sector no se ha alcanzado, aunque la cobranza del servicio ha aumentado a partir del establecimiento del modelo de juntas de regantes”, dice.