Más de 1,200 viviendas quedaron ayer bajo las aguas en La Barquita-Los Mina, 300 en Los Coordinadores y Las Cucarachas y más de 200 en las proximidades del puente Presidente Peynado, que une a Villa Mella con Santo Domingo, ante las crecidas de los ríos Isabela y Ozama, provocadas por las lluvias del huracán Sandy.
Cientos de damnificados abarrotaron el local de la capilla San José, en La Barquita, pero miles no tenían dónde refugiarse y la queja generalizada era que ninguna autoridad se había acercado a la zona para socorrerlos.
Tal como habían previsto los dirigentes comunitarios de La Barquita, ayer el río Ozama anegó las 1,200 casas vulnerables que hay en el lugar y que están censadas desde el 2007, a raíz del paso de las tormentas Olga y Noel.
Sin autoridades. Eridania Rosario, presidenta de la Junta de Vecinos Agustina Berberé, lamentó que las autoridades no acudieran temprano a La Barquita para buscar soluciones a más de cinco mil personas desplazadas por el río y que prácticamente quedaron a la intemperie y con todos sus ajuares dañados.
No caben. La pequeña capilla San José, en la entrada de La Barquita, ayer estaba atestada de niños, mujeres y hombres, pero este lugar no cuenta con sanitario para las necesidades fisiológicas, por lo que se convierte en un foco de contaminación.
En el pequeño lugar había 97 hombres y mujeres, además de 70 niños de todas las edades, pero las aguas del río Ozama continuaban subiendo y cualquier esperanza de los moradores se caía por la ausencia de las autoridades.
Rosario clamaba siquiera por la donación de carpas para cubrir los lugares más altos y de esa manera guarecerse de las lluvias.
Asimismo, Rafael Holguín, dirigente comunitario, llamó la atención sobre la ausencia de autoridades, que sin embargo, dijo, no fallan en bajar al barrio cuando el Presidente de la República acude al lugar, solamente para hacer pantalla y dejarse ver por el mandatario.
Barrio La Lata. Yomaris Santana, representante de los moradores de los barrios La Lata y La Lechuga, en la misma zona de La Barquita, informó que cientos de familias han tenido que salir a las calles porque el río se adueñó de sus viviendas y hasta media tarde se encontraban sin ningún auxilio estatal.
Diligencia. Delfín Rodríguez, director de Operaciones de la Defensa Civil, se presentó al lugar y hacía diligencias para que las autoridades de los Comedores Económicos, del Plan Social de la Presidencia y otros organismos del Gobierno, como los ministerios de Educación y de Salud Pública, colaboren con los damnificados.
Se comprometió a por lo menos conseguir algunas lonas para colocar en lugares secos y ubicar a cientos de personas que quedaron sin techo.
El panorama también se tornó desolador para las familias que habitan las 52 casitas que construyó la Oficina para el Reordenamiento del Transporte (Opret) hace cuatro años, que ayer fueron inundadas por el río Isabela. Lo mismo sucedió en otras 200 en los barrios El Hoyo de La Zurza.
Las casas de la Opret además se caen a pedazos, ya que la madera con la que fueron construidas hace tiempo que se pudrió por los embates del río.
Zoom
En La Zurza
Francisca Batista, del Comité de Mitigación de Desastres de la Coordinadora de Organizaciones de La Zurza, precisó que hacían todo lo posible para socorrer a decenas de familias amenazadas por el río Isabela. De igual modo, Viola Díaz, del Comité Gestor de La Zurza, mostró preocupación, ya que el río continuaba subiendo en la tarde de ayer y al menos 200 viviendas estaban inundadas y otras en riesgo.