Agua para Sonia: Cuando la chercha reviste la indignación

Agua para Sonia: Cuando la chercha reviste la indignación

Uno de los temas más comentados estos días en medios digitales y redes sociales fue la justificación que hizo la senadora peledeísta por Dajabón, señora Sonia Mateo, del exorbitante autoaumento salarial que se hicieron sus colegas en la Cámara Alta.
Argumentaba Sonia que fue correcto elevarse el salario de 250 mil a 320 mil pesos (70 mil más), debido a que a veces no tienen ni para una botella de agua.
Cualquiera pensaría que la legisladora recurrió a una técnica de la lengua (metáfora o hipérbole), pero al día siguiente ella no aclaró, sino que reiteró que su salario no le alcanza.
En realidad, los 250 mil pesos que ganaban los senadores es apenas una parte de su paquete salarial ya que reciben exoneraciones, barrilito, pago gastos de representación y de otra índole por lo que se ahorran en combustible, factura telefónica, secretaria, vestuario, comida, seguro médico, viajes al exterior, etc.
Esa no es la realidad de la gran mayoría de dominicanos, donde el 80% de los empleados públicos gana menos de 10 mil pesos, cifra que hasta el presidente Danilo Medina reconoció es insuficiente para vivir dignamente.
De ahí que si a los senadores no le alcanzan 250 mil pesos más todos los beneficios que reciben, entonces ellos saben, por experiencia propia, que mucho menos le alcanza al pueblo que no recibe ni su salario de lujo ni sus beneficios.
Además, hay que recordar que los legisladores no están para legislar para su propio beneficio, sino para los intereses del pueblo y definitivamente los empleados públicos y privados requieren, desde hace mucho, un aumento salarial igual o más significativo que el que se hicieron ellos.
Máxime considerando los datos de que en República Dominicana ha ido disminuyendo el beneficio de los trabajadores en el marco de la productividad de las empresas.
Ignorando esto, los senadores, sobre todo los del PLD, defienden la legalidad del aumento explicando que se sustenta en la Ley 105-13 sobre Regulación Salarial.
No consideran que en la parte legal requiere que el Poder Ejecutivo promulgue el reglamento para su aplicación y detalle de escalas salariales y, lo que es peor, que carece de legitimidad por ser injusto que ellos se aumenten un sueldo, ya cuantioso, mientras el pueblo gana miseria.
La indignación fue expresada mediante iniciativas como #AguaparaSonia y con una diversidad de memes. Ojalá que algún día el pueblo considere otros recursos, además del humor y la chercha, para expresar su desacuerdo con acciones de los funcionarios.
Mientras tanto, indignémonos sí, pero no canalicemos todo nuestro enojo sólo en Sonia Mateo. Recordemos dos cosas: ella es sólo una de los cientos de funcionarios públicos corresponsables de nuestra miseria y todavía están pendientes casos de desfalco como los Super Tucano, entre muchos otros.

Millizen Uribe

Millizen Uribe

Periodista. Editora del Periódico HOY Digital

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