Agua y bosques

Agua y bosques

MARTHA PÉREZ
El  21 y 22 de marzo, se conmemoran las fechas dedicadas a  dos importantes recursos naturales, imprescindibles  para el desarrollo y  la calidad de la vida sobre la tierra. En esta ocasión, el lunes 21 se celebra el Día Mundial de la Foresta y el martes 22, el Día Internacional de Agua. Todos conocemos las características físicas y químicas del agua, y podemos leer su nomenclatura H2 O; y sabemos que ocupa las tres cuarta partes de la superficie del globo (Tierra), formando los mares, ríos, lagos, fuentes y lagunas. También sabemos, y lo repetimos muchas veces,  que “el agua es vida”; asimismo, que el agua es el motor más económico de que puede disponer el hombre para desenvolverse en distintas actividades desde tiempos muy remotos.

Y que se distribuye en la naturaleza siguiendo un ciclo insesante. Del bosque,  sabemos que juega un rol preponderante en la generación de agua destinada a múltiples fines, como son los acueductos, la agropecuaria, la generación eléctrica y la industria, entre otros; pero en esta función, de generación de agua, necesitamos hablar de bosques tupidos que son los verdaderos sustentadores de este preciado  liquido.

Cuál es la situación actual de nuestros bosques para el sostenimiento de la generación y conservación de agua?. En la República Dominicana, si partiéramos solo de la demanda de productos forestales, como en la mayoría de los países en desarrollo, podríamos  decir que en los últimos diez años,  nuestros bosques habrían estado respondiendo a la mayor parte de estas demandas, en materia de importación; sinembargo, hay que considerar otros aspectos de incidencia para que el comportamiento haya o no respondido -oportunamente- a las potencialidades del país para la producción forestal. Pero de lo que se trata no es de un análisis socio-político o económico al respecto, sino de que hagamos conciencia de la situación que vivimos hoy en relación con el mañana, en el contexto de la situación mundial respecto a estos dos importantes tópicos (agua y bosques) y el futuro de la humanidad en cuanto a su desarrollo y la calidad de vida.

En lo referente al  agua, aún cuando ocupa las  tres cuarta partes de la superficie de la Tierra,  en la actualidad los países de la Región  no disponen de la cantidad de agua necesaria para abastecer las demandas  de la población. La República Dominicana que llegó a alcanzar  una precipitación media anual de 1,500 milímetros, ha comenzado a padecer escasez; un estudio de Las Naciones Unidas estima  que las poblaciones comienzan a tener tensión por agua cuando únicamente se pueden suministrar dos mil metros cúbicos por habitantes/año; e indica que la República Dominicana, para el 2015 caerá por debajo de este estimado.. Haití está por debajo de los 900 metros cúbicos por habitante/año.  Y circulan las predicciones de que futuras  guerras entre naciones será por el recurso agua.  En cuanto al bosque de la Isla Hispaniola, y por razones obvias de la realidad actual, el bosque de la República Dominicana, no es solo productor de madera y leña; el bosque juega el rol de control y administrador de las corrientes de agua necesaria para el aumento de la capa boscosa, que en los últimos 30 años sólo se incrementó en  4%. El cuadro hay que cambiarlo positivamente, porque nos encaminamos hacia un desarrollo sostentable que necesariamente implica la relación de lo social, económico y ecológico,  con un acompañamiento Estado-sociedad, pues se trata de una  responsabilidad  conjunta. El señor Presidente de la República, doctor Leonel Fernández está dando muestras de su confianza en ese acompañamiento, cuando abre la oportunidad de dialogo con distintos sectores tomadores de decisiones, y con  los principales sujetos del desarrollo que son las comunidades. Un elemento importante para  ese acompañamiento lo constituye  la educación.

Educar para que la población comience a ver y valorar de manera conciente el medio que la sustenta: la naturaleza; pero a verla como su aliada del presente y del futuro. Y en el caso del tema que nos ocupa en este artículo, agua y bosques, educar en la comprensión de la importancia y relación ecológica y económica de estos dos elementos para la supervivencia de los seres vivos. Educar en el buen manejo y uso del agua, tanto de uso agropecuario, industrial, y sobre todo doméstico; en el respeto, el  buen manejo y uso racional de nuestros bosques; educar, en fin, en la información, la sensibilización, la paticipación;  y la integración de la sociedad en los procesos de su propio desarrollo. La presente situación demanda que miremos hacia ese lado, hacia el lado de la educación.  Estamos en un momento crucial de la época más vulnerable de nuestros bosques  a los incendios forestales; y la naturaleza nos encamina hacia  la temporada más vulnerable a la ocurrencia de fenómenos naturales hidrometeorológicos (1ro. de junio- 30 de noviembre), lo que indica,  además de la condición insular del país, y de los cambios climáticos,  que estamos en la mira de los desastres naturales. Por lo que, la educación, tanto en la gestión, conservación y desarrollo sustentable de todos los tipos de bosques para la generación de agua; así como para la prevención ante desastres naturales, es la clave. Por eso, desde la Secretaría de Estado de Medio Ambiente y Recursos Naturales, así como desde otras instituciones y organizaciones relacionadas, se impulsan diversos programas educativos.

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