Aguaceros afectan
rehabilitación playas

Aguaceros afectan<BR>rehabilitación playas

POR ARIDIO PERDOMO
PUERTO PLATA.-
Las aguas desbordadas de ríos y cañadas a consecuencia de los últimos aguaceros han arrastrado desde el pasado viernes miles de toneladas métricas de arena de la recién regenerada playa de Long Beach, Costatlántica y Playa Dorada de esta provincia.

Las fuertes corrientes de agua que desembocan en el litoral situado en los alrededores del balneario de Costatlántica a pocos metros de Long Beach, han dejado profundas zanjas por efecto de la erosión. Hace poco más de un año que esa playa fue regenerada por la secretaría de Turismo, a través del Comité Ejecutor de Infraestructuras Turísticas (CEIZTUR) con una inversión superior a los US$7.0 millones.

A la inauguración asistió el presidente Leonel Fernández, ejecutivos de líneas aéreas, hoteleros, funcionarios del Gobierno, empresarios, tours-operadores y representativos de la comunidad.

Se recuerda que antes de la regeneración de estas playas, el secretario de Turismo, licenciado Félix (Felucho) Jiménez, prometió que convertiría ese litoral en el Río de Janeiro del Caribe, dotando la remozada avenida de circunvalación Norte (malecón) de múltiples atractivos, incluyendo La Puntilla donde están localizados los edificios de la fortaleza colonial San Felipe.

Asimismo, Jiménez logró que el presidente Fernández emitiera un decreto que permite la construcción de edificaciones de hasta siete niveles en el área del malecón, desde el parque costero de Long Beach hasta la avenida 26 de agosto, en esa importante vía del litoral marino Norte de esta ciudad.

Además, el primer mandatario de la nación creó mediante otro decreto un Patronato que se encarga de todo lo relacionado con la regulación, la limpieza y la comercialización del malecón, el cual está integrado por la Secretaría de Turismo, la gobernación, el ayuntamiento local y representantes de instituciones de la sociedad civil.

Para la regeneración de la playa de Long Beach el CEIZTUR invirtió más de RD$70.0 millones con el objetivo de rehabilitar los barrios Padre Granero y Bello Costero los que contaminaban ese litoral, el cual tenía más de 20 años declarado «no apto para el baño».

Jiménez había sido advertido que había que canalizar las aguas de las cañadas que desembocan en esa ribera para evitar su erosión, pero el funcionario rehusó prestar atención oportuna al problema de la playa de Long Beach.

Los trabajos de regeneración de estas playas estuvieron a cargo de la empresa especializada Bokalis Internacional cuyos técnicos informaron que el proceso de erosión a dichas playas se ocasionaba por las fuertes corrientes de las cañadas cuando bajaban era natural.

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