Aguas de filtrantes amenazan hospital

Aguas de filtrantes amenazan hospital

POR ALTAGRACIA ORTIZ
La directora del hospital Luis Eduardo Aybar, doctora Luisa Lafontaine, advirtió ayer que las aguas residuales de los filtrantes de ese centro podrían inundar las salas y la emergencia, por lo que pidió al director de la Corporación del Acueducto y Alcantarillado de Santo Domingo (CAASD)  acudir en su auxilio.

La funcionaria dijo que el hospital es un verdadero “tollo” cuando llueve, pues todos los filtrantes, los de adentro y los que están en la calle, se llenan y las aguas se esparcen por las áreas en donde se atiende a los pacientes. Lafontaine señaló que el país vive en constante emergencia por la temporada de lluvia, por lo que reclamó  ayuda. Han visitado y llamado varias veces a las autoridades de la CAASD, pero  nadie los ha visitado para ayudarles a revolver el problema.

Puso a disposición del organismo los vehículos del hospital que están sellados por Salud Pública, pues se tiene el argumento de que no hay vehículos para trasladarse.

“Tenemos miedo de que el hospital se nos inunde de aguas negras, pues es que el centro se nos puede desbordar, porque tenemos el agua al cuello”, indicó la pediatra.

El hospital Luis Eduardo Aybar está ubicado en un cuadrante comprendido entre las calles Federico Velásquez con Federico Bermúdez y Osvaldo Bazil con  Albert Thomas.

 La funcionaria piensa que tal vez los registros mayores del sector estén taponados y eso obstruye los del centro asistencial.

El hospital está rodeado por entidades de servicio como la Unidad de Quemados, el Instituto de Dermatología, el Centro de Amistad  Domínico Japonesa (CEMADOJA) y el Centro Cardiorenal y Oftalmológico

La situación vienen a empeorar el caso de un centro en etapa de reconstrucción. Las personas no dejan de acudir al hospital a pesar de que sólo hay disponibilidad de diez camas en el  área de cirugía y cien  en medicina interna.

Ayer fue iniciada la  remodelación de la Unidad de Cuidados Intensivos, un área definida como fundamental  para atender los múltiples problemas, como las víctimas de la violencia callejera y doméstica.

 Lafontaine se quejó de la escasa solidaridad que ha recibido con el cierre parcial del hospital, por remodelación. “Nos da pena porque la gente viene para que los ingresen, pero no tenemos disponibilidad de camas y por eso es que estamos pidiendo ayuda y solidaridad a los centros vecinos”, dijo Lafontaine al hablar con los periodistas que cubren el área de la salud.

 En ese hospital también se están atendiendo numerosos casos de dengue clásico y hemorrágico y resaltan con orgullo que no registran mortalidad por esa enfermedad.

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