Agueda González del Coto Una vida por y para
la asturianía

Agueda González del Coto Una vida por y para <BR data-src=https://hoy.com.do/wp-content/uploads/2006/03/7ABA45C1-17F7-45E7-9835-1D4C7B4BE514.jpeg?x22434 decoding=async data-eio-rwidth=259 data-eio-rheight=390><noscript><img
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POR CLARA SILVESTRE
El Centro Asturiano de Santo Domingo se encuentra en una etapa crucial de su desarrollo, un momento en el que su presidenta Agueda González del Coto viuda Fernández, luego de ser reelegida por unanimidad, decide continuar con su labor altruista a favor de todos los asturianos y/o descendientes, residentes en la República Dominicana.

Aunque había decidido dejar la presidencia del centro el 22 de febrero, durante la Asamblea General Ordinaria, queda al descubierto el deseo generalizado de que continuará en sus funciones. “Lo he hecho lo mejor que he podido”, dice, “y lo he hecho con la idea de que todos los beneficios lleguen a todos los asturianos, como en todos los países del mundo, donde están los centros asturianos. “Todos los asturianos pueden contar que van a tener los mismos derechos”.

Al señalar que la asturianía es el derecho que adquieren todos los nacidos en Asturias, encaminadas a compartir la vida social y cultural de Asturias, destaca que el Principado de Asturias, el cual se rige por la Constitución española, pide que sean unidos, que no se intervenga en la vida política ni religiosa de los otros, y que se unan única y exclusivamente por y para la asturianía.

Está consciente de toda la responsabilidad que conlleva asumir la nueva gestión, pero considera que cuenta con una junta directiva que le apoya y con quien puede contar, “que han reconocido que el esfuerzo que hice no fue para mí, sino por todos; entonces cualquier cosa que el centro asturiano haga, todos los asturianos pueden contar que van a tener los mismos derechos unos que otros. Mientras yo esté en la presidencia, es asturianía para todos lo que pide el Principado”.

Agueda González manifiesta su alegría al ver que los jóvenes se han acercado al centro para integrarse, especialmente a través de un proyecto cultural para hijos de asturianos, que incluye un programa de intercambios y becas en la Universidad de Oviedo.

El Centro Asturiano de Santo Domingo está constituido desde el año 2000 como centro sin fines de lucro; en la actualidad cuenta con un domicilio social provisional que fue cedido por un amigo en calidad de préstamo.

Recuerda cuando vino al país el 7 de marzo de 1953, a los 23 años de edad, y aunque ya han pasado 56 años, asegura que siempre vivió a gusto aquí, por lo que nunca pensó en irse definitivamente. Siempre iba a su país de vacaciones, y aunque añora su patria, expresa que está encantada de la vida y quiere mucho a Santo Domingo.

Asumió la presidencia en abril de 2005 a partir de la renuncia de Ángel Fabián. Es entonces cuando en noviembre de ese año llega al país Manuel Fernández de la Cera, en ocasión de realizarse una importante exposición, y le entrega la asturianía. Luego en España se reúne con Luis Miguel Fernández y se entrevista con Francisco Javier García Valledor, consejero de justicia, lo que formaliza su posición.

“El Centro Asturiano se crea porque en un momento determinado pensamos que los asturianos ya éramos mucho y no había un centro asturiano. Mi esposo había fallecido y no tenía con quien compartir mis inquietudes, sin embargo, don Manuel Corripio, quien era un gran amigo nuestro, me manifestó que estaba totalmente de acuerdo con la creación del Centro Asturiano, y yo le expresé que lo que procedía era recoger firmas y de eso me ocuparía yo”, dijo.

El Principado exigía 150 firmas y ella paró de recoger cuando iba por 220. Se enviaron éstas, y luego estuvieron un tiempo esperando a que se reconociera el  centro.

Con los brazos abiertos

Agueda González del Coto viuda Fernández se encuentra tomando apuntes sobre su vida. La razón es que su hija Martha Fernández quiere escribir su vida como emigrante, bajo el título “Con los brazos abiertos”, simplemente porque ella tenía presente que había escuchado decir a su madre que el país la había recibido con los brazos abiertos. “Y es verdad, y todavía, porque donde quiera que voy me reciben con los brazos abiertos”.

“Soy ama de casa, mi esposo era comerciante, trabajaba en Manuel Fernández González, la casa que fundó su padre y sus hermanos en 1905. Con los años funda Bondoñé, pero luego que muere me fui a vivir a España y no me acostumbré. Regresé y aquí estoy, contenta, añoro mi tierra, pero a medida que soy más mayor me pongo más sensible, creo que le pasa a todo el mundo. Me considero una persona alegre, he vivido contenta, soy cantarina y un poco tímida”.

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