POR ENRIQUE ROJAS
ESPNDeportes.com
SANTO DOMINGO — Con nueve coronas en los 15 torneos anteriores y ocho en los pasados 12, Águilas Cibaeñas es la fuerza más dominante del béisbol invernal dominicano de los últimos tiempos.

Eso no admite ningún tipo de discusión y es ampliamente aceptado por todo el mundo, incluyendo, aunque a regañadientes, por los aficionados de Tigres del Licey, el conjunto más emblemático y popular del país (lo último tampoco debería estar en tela de juicio).

Pero para dejar a todos conformes (aguiluchos y liceistas) simplemente vamos a decir que sus clubes están empatados en títulos ganados, con 19, y que son los únicos dos conjuntos que han levantado la corona desde 1995, un tramo de 12 años.

Santiago, sede de las Águilas, no solamente es la segunda ciudad más importante de República Dominicana, sino además la capital de la rica y fértil región del Cibao, en el norte de la isla.

Sucede que después de tan largo período de éxitos, entre los que se incluyen también cinco títulos en la Serie del Caribe desde 1997, las Águilas consiguieron que la Confederación de Béisbol del Caribe asignara a Santiago el honor de montar la «Pequeña Serie Mundial Latinoamericana» en febrero del 2008.

Será la primera vez que la Serie del Caribe se realiza fuera de Santo Domingo, hogar de Licey y Leones del Escogido, de un total de ocho ocasiones en que República Dominicana fungió como organizador desde que ingresó a la Confederación del Caribe, en 1970.

Como dato importante debo recordarles que la próxima Serie del Caribe tendrá a dos representantes del béisbol dominicano, el campeón y el subcampeón, debido a la cancelación del campeonato puertorriqueño.

Visto todos estos elementos, el cuadro para las Águilas era perfecto: La Serie del Caribe en su casa y dos plazas, en lugar de una, para servir de anfitrión a los visitantes de México, Venezuela, otros países y el resto de la isla.

Sin embargo, aunque usted no lo crea, en estos momentos las Águilas no solamente no tienen garantizado que estarán en la Serie del Caribe (lo que no es nada raro debido a la fecha), sino que incluso están en duda para avanzar a la postemporada dominicana, que comenzará en enero.

Faltando una semana de acción a la serie regular quisqueyana, solamente Gigantes del Cibao (28-16), el rival regional de las Águilas, y Licey (27-18), el gran enemigo histórico de los aguiluchos, juegan por encima de .500 (en ganados y perdidos) y están clasificados al todos contra todos semifinal.

Águilas (21-24), Escogido (21-25) y Estrellas (21-25) pelean cerradamente los dos restantes puestos, mientras que los Toros del Este (18-28) aunque no han sido eliminados oficialmente, se han colocado en una posición demasiado difícil para pretender acceder a la segunda ronda.

A pesar de tener una alineación ofensiva que incluye a Rafael Furcal, Edwin Encarnación, Tony Peña Jr., Tony Batista y el legendario Luis Polonia, las Águilas entraron a la jornada del viernes con una racha de 25 entradas sin anotar carreras y cuatro derrotas seguidas.

Águilas y Escogido jugarán una serie de dos encuentros entre viernes y sábado que prácticamente podría decidir el futuro de uno de los dos, o de ambos, en sus aspiraciones de avanzar a la semifinal.

Al mismo tiempo, las Estrellas enfrentarán a unos Gigantes ya clasificados, mientras que los clasificados Tigres jugarán con los casi eliminados Toros.

Tramo difícil

En el calendario original de la Liga Dominicana, la temporada regular concluía el 22 de diciembre y cuatro días después (26) estaba programado el inicio del Round Robin semifinal, pero las suspensiones provocadas por las tormentas tropicales Noel y Olga obligaron a extender la regular hasta el 27 de diciembre y mover los playoffs un par de días.

El 26 de diciembre habrá un partido entre Estrellas y Águilas en Santiago que podría ser para decidir el último clasificado a los playoffs.

Ante ese panorama de incertidumbre se entiende la gran preocupación que tienen los fanáticos de Santiago ante el prospecto de que en la primera Serie del Caribe en su casa, las Águilas no figuren entre los invitados, lo que sería un golpe demoledor para el evento. ¿Serie del Caribe en Santiago, pero sin las Águilas?

Difícil, pero no imposible, dada las circunstancias actuales.