A medida que pasa el tiempo, las nuevas autoridades irán dándose cuenta de cuan cierto era nuestro llamado de atención a la anterior administración del Estado con relación a lo que acontecía en el sector eléctrico.

Hoy la inocultable realidad nos golpea en el rostro y hasta ya se dice que al finalizar el año 2012, la CDEEE y sus subsidiarias habrán acumulado para ese período, un déficit de por lo menos mil 800 millones de dólares, monto muy superior a los 700 millones encontrados por Marranzini al llegar a la Corporación. De ser así, como todo parece indicar, nos encontramos ante a una suma mayor que la envuelta en el funesto fraude del Baninter. Este doloso evento bancario involucró aproximadamente 55 mil millones de pesos, que convertidos a dólares, utilizando una tasa promedio para el presente año de 39 pesos por un dólar estadounidense, tendríamos un monto equivalente a mil 410 millones de dólares, cifra que es inferior al anunciado déficit del sector eléctrico para el 2012 en por lo menos 390 millones de dólares.

Lo antes expuesto tiene el agravante de que el Baninter dejó una importante cantidad de activos, entiéndase, bienes, derechos y otros recursos que pudieran ser liquidados, vendidos o cedidos en dación de pago a las víctimas del fraude hasta cubrir parte del agujero financiero, sin embargo, no sucede así con del sector eléctrico, ya que CDEEE no ha comprado activos, tales como grandes plantas, subestaciones, etc., que pudieran justificar estos volúmenes de déficits, todo lo contrario, está llena de pasivos, con generadores, suplidores, contratistas y hasta con la empresa generadora hidroeléctrica, a la cual adeuda más de 300 millones de dólares.