En los años 90 del pasado siglo XX, cuando el Ministro de Salud, doctor Daniel Rivera y quien suscribe, éramos funcionarios académicos de PUCMM, aportamos iniciativas innovadoras. Él en la dirección de la Escuela de Medicina y nosotros al frente de un proyecto convergente de comunidad, salud pública y universidad, auspiciado por la Fundación W. K. Kellogg, realizamos masivas campañas de descacharrizacion y eliminación de criaderos de mosquitos Aedes Aegyptis.
Las acciones entre PUCMM, Ayuntamiento y dirigentes comunitarios de las juntas de vecinos, pusieron en jaque los permanentes y mortales brotes de dengue que acontecían en Pekín, Cristo Rey, Amansa Tigres, Corea, Los Jazmines y 43 comunidades excluidas del sur de Santiago.
Aunque el Plan Estratégico Santiago 2030 concreta grandes proyectos de obras físicas a cargo de diversos órganos del Gobierno, Ayuntamiento y Juntas Distritales, también acordó la estrategia de “Inclusión Social y Salvadora de Vidas. Desde el primer plan (2000), dengue y enfermedades transmitidas por mosquitos, llamaron la atención porque generaban decenas fallecimientos evitables.
En Centroamérica y en Cuba, acontecen epidemias de más de 500 mil casos, sin ninguna mortalidad. Nadie debiera morir de dengue, si lo prevenimos a tiempo con acciones de eliminación de criaderos. Igualmente, si médicos y personal, sabe diagnosticarlo, tratarlo efectiva y oportunamente.
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Dengue, Zika y Chicungunya son enfermedades transmitidas por mosquitos infectados. Afectan a personas de todas las edades, generando desde fiebre leve a fiebre incapacitante, acompañada de dolores intensos de cabeza, detrás de ojos, articulaciones y piel enrojecida. El número de casos de dengue en América se incrementó de 1.5 millones en la década del 80, a 16.2 millones en la década del 2010-2020.
Estas enfermedades tienen un comportamiento estacionario. Es decir, en el hemisferio Sur, la mayoría de los casos ocurren durante la primera mitad del año, en cambio, en el hemisferio Norte, suceden mayormente en la segunda mitad. Este patrón corresponde a los meses más cálidos y lluviosos.
Para el Ministerio de Salud, la gestión integral de las enfermedades vectoriales está incluida en el Plan Estratégico Salud 2030. El 2022 fue un período de fortalecimiento de actividades de salud colectiva, aumentando capacitaciones con despliegue masivo de pruebas diagnósticas en zonas epidémicas.
Lo que conllevó un aumento de registros y mejor control de enfermedades relacionadas con vectores. Con respecto al Dengue, cada 2 a 3 años se presenta un año epidémico, por tanto, puede esperarse en este 2023 un mayor número de casos. En 2022, la incidencia fue inferior a años epidémicos anteriores, registrándose, 8,340 casos y 42 fallecimientos. Buen control pero con letalidad. Eso no debiera pasar otra vez.