El próximo 18 del corriente mes se celebrará de manera virtual el Draft de la NBA, ese evento que año tras año les presenta a los 30 equipos de la liga los mejores prospectos del mundo en materia de baloncesto.
Para esta edición se ha corrido la voz entre los expertos de que ningún jugador, por el momento, sería de impacto inmediato o podría convertirse en un futuro cercano en jugador franquicia.
Ha pasado en ocasiones anteriores. El año 2000 es el que más recordamos, donde una cosecha dejó pocas huellas en las canchas. A continuación le dejamos algunos nombres que apuntan a ser los principales protagonistas el próximo 18 de noviembre.
James Wiseman: sietepesino, zurdo, bien atlético y dominio de los fundamentos. El hecho de haber jugado solo tres partidos en la NCAA con Memphis por asuntos legales, retrasó un poco su desarrollo.
LaMelo Ball
Armador de buena estatura, excelente manejo de balón, visión periférica por encima del promedio… pero, al igual que su hermano mayor Lonzo, su mecánica de tiro y su porcentaje detrás del arco es pírrico en comparación a lo que buscan los gerentes hoy en día.
Anthony Edwards: Un portento físico, con unas condiciones atléticas impresionantes y mucha capacidad para anotar. Posee pocos fundamentos y la universidad donde jugó, Georgia, no es una institución que sea reconocida por tener un gran programa de baloncesto y eso no lo dejó pulir su talento.
Obi Toppin: Tiene la estatura ideal para un Power Forward con 6’9, 7-2 de envergadura y algunas 230 libras. Muestra muy buen atletismo corriendo la cancha y su salto nos hace recordar al mítico Shawn Kemp.
Deni Avdija: Un alero con condiciones «All Around» y buena estatura. Versátil, puede jugar desde shooting guard a power forward. Muestra mucho amor por el juego. Posee un grandísimo IQ para el baloncesto.