Ahmadinajad gana elecciones en Irán

Ahmadinajad gana elecciones en Irán

TEHERAN (AFP) – Irán inició en la noche de este viernes el recuento de votos para la segunda vuelta de las presidenciales, que enfrentaron a un clérigo moderado y un laico ultraconservador, ambos confiados en la victoria, en el comicio más imprevisible y quizá más crucial en 26 años de República Islámica.

Casi 47 millones de iraníes estaban habilitados para elegir entre el pragmático ex presidente Akbar Hachemi Rafsanyani y el alcalde conservador de Teherán, Mahmud Amadinejad.

Hacia las 23H00 locales (18H30 GMT), tras cinco prórrogas, las oficinas de votación recibieron la orden de cerrar una vez que los últimos electores hubiesen votado, e iniciar el recuento de votos, informó el ministerio del Interior, que agregó que el conteo ya había comenzado en algunas provincias.

Todos los pronósticos anunciaban una competencia codo a codo en esta elección, que se desarrolló bajo una enorme tensión. El campo de Rafsanyani denunció «enormes irregularidades», como la detención de muchos de los observadores enviados por el candidato a las oficinas de votación.

El ministerio del Interior iraní anunció que hubo algunas irregularidades y dijo estudiar una suspensión de las operaciones en ciertos locales de votación, pero el Consejo de Guardianes, institución ultraconservadora que supervisa las elecciones, se opuso categóricamente a la suspensión.

Los primeros resultados se esperaban para las primeras horas del sábado.

«Rafsanyani está delante de Ahmadinejad en la mayoría de las regiones», dijo a la AFP uno de los dirigentes de la campaña del ex presidente, Gholamhossein Karbaschi.

Por su parte, un allegado a Ahmadinejad, Khosro Daneshjoo, expresó confianza en la victoria de su candidato.

«Somos muy optimistas (…). Tenemos la impresión de que va a ganar por un margen importante», aseguró.

Antes del cierre de las urnas, el diario Kayhan, una de las publicaciones ultraconservadoras más influyentes, ya imprimía en su portada el titular: «La destacable victoria de Ahmadinejad».

Sin embargo, «según nuestras estimaciones, Hachemi (Rafsanyani) tiene 55% (de los votos), Ahmadinejad 45%», dijo otro colaborador del ex presidente, Mohamad Atrianfar.

Con esta elección, marcada por insistentes sospechas de fraude, Irán podría tomar dos posiciones radicalmente diferentes tras la época de innegables reformas de Mohamed Jatami: la de la moderación y distensión con Occidente, en la persona de Rafsanyani, o la de la radicalización con Ahmadinejad.

Rafsanyani dice querer «impedir que el extremismo se instale en el país».

Pero las maneras simples de Ahmadinejad, su imagen de buen musulmán sin ambiciones personales y su discurso populista que promete distribuir al pueblo la riqueza nacional le han generado una importante simpatía entre los más desfavorecidos.

«Estoy orgulloso de ser el pequeño servidor, el barrendero de las calles de la nación iraní», declaró Ahmadinejad a sus partidarios exaltados, antes de rendir homenaje al «imán Jomeini y sus fieles» y a los «mártires del Islam y la libertad».

Los occidentales se inquietan ante la posibilidad de que la elección de Ahmadinejad signifique un endurecimiento del régimen y perjudique el diálogo crucial sobre el programa nuclear iraní.

«No hay razones para preocuparse», ha dicho sin embargo Jatami, quien afirmó que las decisiones estratégicas sobre esos temas se toman de manera colegiada «al más alto nivel».

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