TEHERAN. AP. El presidente iraní, Mahmud Ahmadinejad, se declaró ayer complacido por la indignación que provocó en Occidente su negación del Holocausto, en tanto el polémico mandatario se preparaba para viajar a las Naciones Unidas con un mensaje de “paz y amistad”. 

Se espera que con sus declaraciones sobre la matanza de millones de judíos durante la Segunda Guerra Mundial, en momentos en que Irán se encuentra inmerso en una disputa enconada con los países occidentales debido a su programa nuclear, Ahmadinejad tendrá una recepción gélida en Nueva York, donde asistirá a la Asamblea General de la ONU.

“La furia de los homicidas profesionales de hombres es un orgullo para nosotros”, dijo Ahmadinejad, de acuerdo con la agencia noticiosa estatal IRNA.

Respondió así a una pregunta acerca de las críticas que recibió de la Unión Europea a raíz de un discurso el viernes en el cual se preguntó si el Holocausto era un “suceso real”. La alusión a los homicidas profesionales parecía dirigida a Estados Unidos e Israel.  Ahmadinejad ha cuestionado reiteradamente el Holocausto.