Ahora a trabajar

Ahora a trabajar

[b]Señor director:[/b]

Por fe andamos, no por vista, reza una expresión bíblica.

Cuando es grande nuestra fe podemos obra milagros, podría agregar un sabio.

Somos un país muy especial y en nuestras características tenemos que incluir que somos un pueblo de gran fe y con profundo sentido de nuestra creencia y virtudes.

El titular de este artículo se asemeja a un eslogan de campaña que había acaparado el proyecto oficialista.

Y no por ser perdedor el proponente que lo enunciaba, debe ser menospreciado.

Todo parece indicar que estamos en los umbrales de tiempos mejores, de que verdaderamente vuelve el progreso.

Tenemos que terminar de pasar los finales de los tiempos malos, pero, son evidentes los signos promisorios que se avizoran en el horizonte.

Así que a trabajar para progresar.

El soberano ha dado su veredicto y ha señalado a quien quiere para que lo dirija en el próximo cuatrienio; y lo ha hecho de forma abrumadora.

Pocos han sido los eventos históricos que haya concitado una mayoría como la del domingo de las elecciones.

El pueblo ha hablado y no suele equivocarse; se ha dado el gobierno que prefiere.

Los nuevos habrán de ser los guías y tutores del pueblo a partir de la primera mitad del próximo agosto.

Para mantener su legitimidad, los nuevos dirigentes habrán de mantener sus oídos pendientes de la voz del pueblo que se manifiesta de las más singulares maneras.

De ese mismo pueblo que los ha aclamado hoy día.

Habrá de ser inteligente de parte de los elegidos aprovechar ese consenso para conformar la visión de futuro que afirme los planes del presente y forjemos juntos el futuro que nos proporcione algún bienestar presente y asegure a nuestros hijos un mejor porvenir.

Influenciarnos con sus sueños y estimularnos a trabajar para progresar.

Se nos ha vencido el tiempo de pensar como miembros de partidos en vez de ciudadanos de la nación.

Las tareas pendientes no nos dan la tregua para procurarnos los lujos de la exclusión, esto es una tarea de todos.

Tenemos una competencia muy fiera y si empleamos nuestras energías contra nosotros mismos nos habrá de hacer falta para luchar por nuestros propósitos comunes.

Debemos poner a un lado las condiciones de peledeístas, perredeístas, reformistas o lo que sea y asumir como prioritario la de dominicanos con retos pendientes y atrasos por rebasar.

Comprometámonos en el presente para poder pedir al futuro.

Vamos a trabajar y trabajar.

Para que vuelva el progreso.

Este era el eslogan del partido ganador. Rescatémoslo del peligro de que se convierta en una quimérica promesa de campaña.

Comprometámonos con la tarea de suavizar las grandes diferencias sociales entre los que lo tienen todo y los que les falta todo.

Comprometámonos con la tarea de vivir en paz.

La paz que necesitaremos para obrar juntos, emprender grandes proyectos y perseguir grandes logros.

Los alemanes de la postguerra, frente a su desastre de entonces, ofrendaron horas de trabajo gratuitas en pos del progreso colectivo.

)Han sido los alemanes de esa época mayores patriotas que nosotros?

)Más inteligentes?

)Más hombres que nosotros?

Contestémonos con honestidad estas preguntas.

Para que trabajemos para progresar.

Atentamente,

Rafael Aybar

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