Ahora a trabajar

Ahora a trabajar

VÍCTOR GULÍAS
a pasó el largo asueto que nos trae el feriado Cristiano de la Semana Mayor, atrás quedan lecciones y enseñanzas, es hora de reflexionar sobre el balance trágico, los excesos cometidos, las medidas de prevención adoptadas, en fin, ahí, están los hechos y aquí la realidad: llegó la hora de volver a trabajar. A enfrentar la cotidianidad, retornar a la labor, al día que ha de convocarnos a todos al optimismo, en medio de las perennes dificultades, a la productividad, para mejorar las cosas en el país, este estado de cosas que asfixia: desempleo, apagones, miseria, injusticias, analfabetismo, haitianización, drogas, violencia, robos, inseguridad.

Ahora, a trabajar tocan. La Patria llama a sus hijos, a sus mejores hombres y mujeres, a cumplir el deber dominicano, a mirar hacia adelante y a preservar la renovación del espíritu que la Pasión, Muerte y Resurrección de nuestro Señor Jesucristo nos provee, a vencer el pesimismo y luchar por un presente más flexible y un mañana mejor.

Cada uno debe ser responsable, actuar correctamente y poner empeño, amor y pasión en su esfera respectiva: El Gobierno en su conducción de la Cosa Pública, la oposición jugando su rol de criticar lo mayo y apoyar lo bueno, siendo ente de equilibrio sistémico y garante de la gobernabilidad; el empresariado produciendo más y generando más empleos; los trabajadores aumentando su productividad y puntualidad.

Igualmente, los jóvenes, estudiando y preparándose para hacerle frente a los desafíos de un mundo globalizado que dejó de ser, definitivamente, el mismo de hace apenas menos de una década, donde quien no se prepare, será víctima de la pobreza, de la miseria y de la exclusión.

La justicia, impartiendo equidad a cada caso, tomando en cuenta que un país donde la ley sólo se aplique a los más débiles, desacredita el sistema, genera rebeldía y caos social y aleja inversiones por la falta de garantías. Afortunadamente, República Dominicana cuenta con un entramado judicial que está perfeccionándose, guiados por la Suprema Corte de Justicia y sus probos magistrados.

Y así, si cada uno cumple su rol, si todos observamos la ley, respetando al prójimo, tratando de reducir el dispendio, ahorrando combustibles, pagando el servicio energético y agua y recogida de basura, si pagamos los impuestos y el Gobierno invierte bien esos tributos, si luchamos y nos sacrificamos, podremos echar el país para adelante.

Se sabe que no es fácil, que tenemos males de todos los colores y calibres, pero no debemos olvidar que la patria es la suma del esfuerzo de todos y que, al fin y al cabo, lo único que tenemos es el terruño amado, en esta media isla con que nos premió el Señor, pero que es responsabilidad de todos cuidar, preservar y mantener. Pasó la Semana Santa; ahora, a trabajar.

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