Cuando el expresidente y esclarecido escritor Juan Bosch enunció en l97l sus controversiales tesis Dictadura con respaldo popular y El Pentagonismo sustituto del imperialismo, interpreté ambas producto del resentimiento del connotado dirigente del anti trujillismo del exilio con Estados Unidos, iniciando la disensión con el ilustre político, que en su universo interpretativo, era sinónimo de enemistad.
El resentimiento de Bosch con Estados Unidos por su rol en derrocarlo del poder e impedir su retorno sin elecciones provocaron hondas cicatrices jamás desaparecidas de su universo cognitivo que le condujo a cortejar a los antípodas de Vietnam y China, desertando de su ideología democrática, tildando a los procesos electorales de “mataderos”.
El Pentagonismo en realidad nunca ha sido sustituto del imperialismo, sino un organismo reforzador de la concepción dominante planetaria de Estados Unidos, como la CIA, que nacieron ambos al finalizar la II Guerra Mundial (l939-l945).
Es ahora, casi medio siglo después, exactamente 48 años, cuando la controversial tesis de la Dictadura con respaldo popular intentan insertarla en el universo político dominicano sus cuestionables discípulos Leonel Fernández y Danilo Medina, con los soportes indignos de financiar voluntades para encofrar un método político deleznable.
Dictadura sin respaldo popular vemos sus consecuencias nefastas y traumáticas en la Venezuela chavista y la Nicaragua sandinista, que justifican las épocas de adecos y copeyanos en el primero y el somocismo en el segundo, degradando y desviando los postulados de la democracia genuina que inspiró a Alexis de Tocqueville escribir su inmortal requiebro al único sistema político capaz de regenerar sus yerros.
Es por los asomos de esos desvíos peligrosos que los obispos Francisco Ozoria Acosta y Fausto Mejía Vallejo pronunciaron sendas advertencias vinculadas al asomo de una dictadura por irrespeto a la independencia de los poderes del Estado.