José Alfredo Espinal 
Sin el aparataje de seguridad policial ni el “meneo” de familiares y amigos por los pasillos del Palacio de Justicia, el juez Cirilo Salomón Sánchez, de la Oficina Judicial de Atención Permanente de Santiago, le conoce en estos momentos la solicitud de medidas de coerción a otros dos implicados en la presunta red de lavado de activos y narcotráfico desmantelada mediante la Operación Falcón.
La audiencia se está celebrando en el Primer Tribunal Colegiado por falta de espacio en el de Atención Permanente, como ha ocurrido con el grupo de los 23 imputados que se han citado desde el principio.
A los imputados que les conocen medida hoy son; Juan Carlos Mosquea Eduardo y Enerio Rafael Sandoval Valdez son de los últimos supuestos integrantes de la organización criminal. Al primero se le acusa de delitos de asociación de malhechores, narcotráfico, lavado de activos y violación a la ley que regula el porte y tenencia de armas de fuego.
En tanto que Enerio Rafael Sandoval Valdez está siendo señalado de testaferro de Erick Randhiel Mosquea Polanco.
El Ministerio Público ha solicitado que se le imponga prisión preventiva de 18 meses y declarar el caso complejo.
La acusación del Ministerio Público establece que Mosquea Eduardo prestaba su nombre para la compra de propiedades y administración de empresas a su hermano Erick Randhiel Mosquea Polanco, conocido también como Rodolfo Beltrán, El Sony 7, El Chiquito, El Hombre y/o Chite, quien se encuentra prófugo al igual que otros implicados en la Operación Falcón.
El otro caso
Se informó que tras concluir el conocimiento de la medida contra Mosquea Eduardo y Sandoval Valdez, será ventilada la solicitada a los hermanos Alberto de Jesús Polanco (El Prieto) y Alberto Enmanuel de Jesús Polanco (Many), quienes también son vinculados a la red.
