Ahora le toca a Leonel

Ahora le toca a Leonel

BONAPARTE GAUTREAUX PIÑEYRO
A Lidio Cadet, sepultado en una oscura diputación, cual leproso político, en medio de la euforia peledeísta, se le ocurrió decir: el mal comido no piensa, con esas u otras palabras.

Tan desafortunada expresión está inscrita en el anecdotario de las introducciones de extremidades inferiores que permanecen.

Es una expresión de gente que cree estar por encima de los demás, olvidando que son, los demás, de los demás.

El doctor Franklin Almeyda tuvo la infeliz ocurrencia de producir otra de esas frases tremendistas al dividir la sociedad dominicana entre peledeístas y corruptos.

Ya el doctor Almeyda conocía al pueblo dominicano y en otra demostración de delirio, no actuó como Pototo, quien cantaba: “que si se mete la pata y se saca a tiempo se queda bien”.

Mientras más envejecen mejor entiendo las frases…

Lidio entendía que el Partido de la Liberación Dominicana era una élite, que ellos eran dignos de las posiciones más altas, los únicos que pensaban y como tal harían los mejores gobiernos, con libertad, democracia, desarrollo, eliminación del analfabetismo, salud, cárcel para los ladrones de los fondos públicos.

No ha sido así; al contrario, donde dicen ‘za’ dejan el pelerío, aunque sea zapato.

Cuando los peledeístas Norge Botello y Danilo Medina gobernaron la Cámara de Diputados, descaradamente nombraron la mayoría de los miembros del Comité Político o del Comité Central, como asesores de la Cámara Baja con jugosos sueldos. Ninguno presentó una propuesta que se convirtiera en ley.

Eso de las botellas de la Cámara de Diputados nunca ha sido castigado ya sean peledeístas, reformistas o perredeístas, que de todos hay en la casa del diablo.

El doctor Almeyda debía reaccionar colérico, como un Júpiter tonante, ante el descaro con que muchos dirigentes de su partido se pasaron hace tiempo para el otro lado, para el de los no peledeístas, para el lado de los corruptos.

Puede que tenga sus corruptos favoritos, algunos de los cuales se sientan con él en el Comité Político y en el Comité Central del PLD.

Pero los olvidadizos y engreídos son tremendos.

Quien la acaba de meter más honda, bien atrás, bien atrás, diría mi compadre José Cabrera, es el doctor Leonel Fernández quien por hacer frases bonitas se enredó al formar un concepto y dijo que aquí nadie puede “conceptualizar” con él.

La conjugación es de verbo inexistente: “conceptualize” palabra en inglés que traicionó al doctor Fernández, quien piensa a veces en inglés y a veces en español.

Tiene razón, es muy difícil que alguien pueda “conceptuar” con él, porque el adversario sería conceptuoso y él “conceptualizador”.

La soberbia y la sobrestimación les imponen actuar dentro de un ejercicio de narcisismo que le permitió decir que en el país no hay nadie capaz de debatir con él, los problemas nacionales, con altura y conocimientos.     

Si lo hubiera dicho en español… 

¿Por eso no va al debate? 

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