Ahora que no hay reelección conforme a la Constitución vigente, es propicio que el presidente Danilo Medina contemple concretizar algunas iniciativas de alto interés nacional, empezando por revisar y resiliar en lo posible los contratos de energía eléctrica con Unión Penosa, perdón, Unión Fenosa, y concluir con  el suplicio de Tántalo de 40 años de apagones.

Cuarenta años en que los gobiernos de los tres partidos tutelares, PRD, PLD y el entonces tonante PRSC por 22 años, hoy una bisagra del PLD, no aportaron ese logro al país, un fiasco colosal, sin perdón. Traumático.

Modificar la Ley 36-66 sobre Porte y Tenencia de Armas de Fuego para que  solo se permita la tenencia y no el porte, y que únicamente  militares y policías en servicio porten armas y prohibido a éstos exhibirlas en lugares públicos fuera de servicio.

 La Ley 241 de Tránsito Terrestre de manera que se criminalice con tres años de prisión y RD$l00 mil de multa a quienes violen la luz roja y transiten en vía contraria, porque es un  crimen flagrante contra la vida de los ciudadanos. Prohibir la tracción muscular de humanos y animales después que caiga el sol.

Aplicar “por la raya” la vigencia del reglamento de la Ley 285-04 de Inmigración que el presidente Leonel Fernández demoró ocho años aprobar, haitianizando con más de dos millones de ilegales al país, eclipsando la soberanía.

Disponer que las obras de infraestructuras esenciales se ejecuten con recursos propios y reducir la hipertrofiada nómina estatal de 511 mil individuos, incluyendo las FFAA de 58 mil a cinco mil; tres mil Ejército, mil FAD y mil Armada. ¿Para qué más, para pelear contra quién? La reserva de las FFAA responderían emergencias de turbulencias humanas, clima y terremotos.

Incorporar soldados a faenas de interés del Estado, reforestación, limpieza de canales, patrullas mixtas con PN. Concluyo mañana.