Ahora todos quieren ser

Ahora todos quieren ser

Llama la atención el interés que concitan en diversos sectores del país los cargos al Congreso Nacional y a los municipios.

En las iglesias evangélicas hay más de una docena de líderes y laicos que correrán el 16 de mayo.

Esto se extiende a la comunicación social. Hay varios periodistas diversificando su tarea de informar al incluir la promoción de sus aspiraciones. Lo que era un atentado contra la objetividad, ahora se aprecia como normal y válido.

La lista incluye empresarios, artistas, analistas, científicos de las ciencias sociales, consejeros, orientadores, ad infinitud.

En el país la política dejó de ser cosa solamente de políticos. Ya no son los únicos que luchan por cargos públicos.

¿Qué ha producido este cambio en la sociedad?

Esto ocurre en momentos cuando hacer una campaña implica la inversión de millones y millones de pesos. El discurso justificador de estos aspirantes es que desean mejorar la condición de vida de los dominicanos y hacer algo totalmente diferente a lo que siempre ha ocurrido.

¿Difiere, acaso, ese discurso del usado eternamente por los políticos tradicionales?

En esta ocasión las posiciones serán por seis años.

En 1990 un diputado ganaba seis mil pesos mensuales. En el 2006 esto se disparó a 350 mil. Súmele los 10 millones del barrilito.

Los senadores ganan  RD$125 mil, pero súmele gastos de representación por RD$50 mil, dieta por RD$25 mil y hospedaje por RD$25 mil cada mes.

Además, gasolina, bonificaciones de hasta 400 mil; $5,000 por sesión, $600 mil para el fondo de desarrollo provincial. Hablemos también de los 18 millones anuales del barrilito.

Ni hablar de los síndicos. Quien menos gana es un regidor, cuyo salario oscila en los 150 mil pesos mensuales.

En el país el salario promedio es de RD$8,648 mensuales.

Publicaciones Relacionadas