¿Ahorcado o estrangulado?

¿Ahorcado o estrangulado?

Alguien con justa razón ha expresado que el nuestro es un país muy especial.  ¿Y por qué lo de una nación  suis generis?  Sencillamente porque en esta bendita tierra se ven cosas que en otros confines del mundo espantan o hacen morir de risa a cualquiera. Para muestra basta un simple botón; veamos: un joven recluido en una de las celdas de la Dirección Nacional de Drogas fue supuestamente hallado colgado muerto con su pantalón atado al cuello, de acuerdo a informaciones ofrecidas por las autoridades del recinto.

Ahora es que viene lo chistoso. Nos cuentan que el médico de servicio en la institución descolgó al fenecido para intentar resucitarle.  Uno habría de pensar que siendo el pantalón el causante de la asfixia lo primero sería retirar la pieza de vestir que rodeaba el cuello, sin embargo, al recibir el cadáver en patología forense el muerto aún llevaba el pantalón alrededor del área cervical. Sabemos que en la tenebrosa Era de Trujillo donde fuera que apareciera un ahorcado nadie se atrevía a ponerle la mano hasta que llegaran las autoridades encargadas de investigar el deceso, en este caso el médico forense.

¿Porqué si el adolescente no evidenciaba signos de vida tenían que alterar la escena del hecho violento? ¿Acaso no sabían las autoridades, que en donde se produce un hecho trágico, las personas sin vida deben mantenerse en su posición original hasta la llegada del médico forense? ¿Desconocían que esto era mandatorio, especialmente si el occiso estaba bajo custodia?

En los casos en donde se sospeche una muerte por asfixia el valor de la escena es incalculable debido a que los hallazgos cadavéricos no tienen características únicas que permitan un diagnóstico inequívoco con respecto a la causa, mecanismo y manera de muerte. Fue penoso ver la rueda de prensa ofrecida por el ministerio público para dar por concluida la investigación del suceso. Más lamentable resultó pretender utilizar el prestigio ganado por el Instituto Nacional de Patología Forense, poniendo a su director a decir medias verdades.

Cuando decimos medias verdades nos referimos a que se asevera que el hoy difunto falleció debido a una asfixia mecánica por compresión del cuello por la tela de un pantalón. Ahora bien, de ahí a concluir que fue una asfixia por ahorcadura, cosa que él no dijo, son otras quinientas. Para que pueda establecerse científicamente que una persona murió ahorcada tienen que darse una serie de condiciones entre las que cuales están: 1) el sujeto debe tener al momento de su deceso una atadura que le rodee todo el cuello. 2) Dicha atadura debe estar amarrada a un punto fijo que sea capaz de sostener todo el peso del individuo. 3) El peso corporal debe ejercer una fuerza alrededor de la atadura cervical capaz de interrumpir la circulación de sangre desde y hacia el cerebro. 

¿Pudo Patología Forense establecer fuera de toda duda médica razonable si se trató de un estrangulamiento o de una ahorcadura? Casi todos los estrangulamientos son homicidas, en cambio las ahorcaduras son suicidas.  Probablemente ahora solamente el demonio pueda darnos la respuesta correcta,  porque tengo entendido que Dios no quiere saber de cosas malas.

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