Ahorrar en tiempo de crisis

Ahorrar en tiempo de crisis

Sí, es cierto, el nivel de vida del dominicano ha bajado considerablemente. A cada momento los expertos en el área de la economía teorizan sobre la situación económica del país: la devaluación de la moneda, los altos precios de la canasta familiar y el incremento de un 25% de la tasa de interés en el primer cuatrimestre de este año.

No obstante, lejos de la teoría, están “los estómagos de los dominicanos” quienes sienten, en carne propia, los efectos de una economía “deprimida”. Por eso, hacer un llamado al ahorro en un momento de recesión económica a muchos les resultaría un insulto.

Ante esta situación es importante mantener la ecuanimidad y simplemente pensar en el refrán popular que dice “Dios aprieta pero no ahorca”; en tal sentido, por difícil que parezca ahorrar, sí se puede; tan sólo hay que hacer un alto en el camino y analizar la forma de vida que se lleva hasta el momento y cómo podría mejorarse.

Aunque en el sentido amplio de la palabra es lo más idóneo, lo antes planteado no implica que quincenalmente se ahorre parte del salario, porque en verdad resultaría imposible y más en el caso de un empleado público que gana un salario mínimo de RD$ 2.800 mensuales.

De lo que se trata es de aprender a vivir de una forma inteligente y pensar, antes de salir a gastar el dinero, en hacer un consumo responsable. Por ejemplo, una forma práctica e inteligente de ahorrar es hacer una lista con los productos del supermercado que realmente se necesiten.

Conviene verificar bien los precios de cada producto antes de pasarlo por la caja registradora, ya que algunos pueden tener el código de otro –claro, no en beneficio del cliente–, y también porque hay establecimientos comerciales que no le agregan el ITEBIS a la mercancía.

También es importante revisar las ofertas que salen en los periódicos y comparar precios, además de aprovechar los miércoles verdes que tienen algunos supermercados. Este día, cada familia puede comprar productos del agro a mitad de precio o a dos por uno, lo que implica un ahorro si se toma en cuenta el incremento que éstos adquieren al ser vendidos fuera de la oferta.

Tenga en cuenta revisar bien la fecha de vencimiento de los productos enlatados, que en la mayoría de los casos viene en letras muy pequeñas, para que luego no tenga que botarlos.

A juicio de la presidenta de la Fundación por los Derechos del Consumidor, Altagracia Paulino, otra manera de economizar es comprar productos y medicamentos genéricos y explica que si el saco de arroz de 125 libras se está vendiendo a RD$1.650, entonces, se debe dejar de consumir este cereal por una semana, sustituyéndolo por otro cereal o producto que haya bajado de precio.

Lo mismo se puede hacer con la carne. Por ejemplo, la libra de pollo se vende a RD$75, no lo compre y en su lugar consuma berenjena, espaguetis, molondrones, repollo o tayota. Aunque estos vegetales también han aumentado de precio, todavía se pueden comprar. Una mezcla rica en vitaminas y que no sale tan cara es la de berenjena con repollo guisado, la cual puede consumirse con pan u otros víveres.

En el caso de la leche, Paulino, quien también es productora del programa de televisión “Con el consumidor”, recomienda sustituirla por el jugo de tamarindo y avena. Este jugo, aparte de ser refrescante, posee todos los nutrientes de la leche, excepto la lactosa.

Comprar las frutas de temporadas como mango, lechosa, guineo, también alivian un poco los bolsillos de la gente. Preparar diferentes comidas para cada miembro de la familia tiene que quedar en el pasado para que esto redunde en una forma de ahorro.

En tiempo de crisis hay que reducir gastos, por eso es oportuno hacer un uso racional de las tarjetas de crédito. Éstas ayudan a salir de un problema, pero en definitiva cada fecha de corte causa terribles dolores de cabeza, sobre todo si no hay dinero para pagarlas y hay que financiarse.

Las tarjetas de crédito, a juicio de Paulino, deben ser las cartas debajo de la manga para sólo usarlas en casos de emergencia como compras de medicamentos o pago de una consulta médica.

Debido a los altos precios que experimentan los combustibles, las personas también deben de aprender a economizar en este renglón. Una forma de hacerlo es tomar la ruta más corta, salir solo en caso de necesidad y coordinar las diferentes rutas con la familia para desplazarse en un sólo vehículo.

Otra vez comienza el proceso de inscripción en los colegios, por tanto trate de investigar cuál de éstos imparte docencia de calidad a un costo razonable.

Las mujeres amantes de su cuidado personal también deben montarse en el tren del ahorro. Sí va tres veces por semana al salón de belleza, puede reducirlo a uno y más aún dejar de comprar productos de belleza súper caros y sustituirlo por naturales.

Y como ahora se han puesto de moda las ofertas de temporada con porcentajes de descuentos muy atractivos, 40, 50 y hasta 70%, antes de salir corriendo a adquirir lo ofertado, pregúntese primero si realmente necesita ese producto.

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